Ya hemos hablado -y elogiado- bastante sobre el notable proceso de revisión de sus objetivos que viene realizando desde hace varios años la Asociación de Productores en Siembra Directa (Aapresid). La entidad referente de la agricultura extensiva argentina va cambiando de piel a pasos acelerados. Antes era bastante más dogmática respecto de los beneficios de la labranza cero, la técnica que le dio origen, pero ahora ya acepta abiertamente que existen “efectos colaterales” que deben ser revisados y corregidos.
No tiene desperdicio, en esta línea histórica, el discurso que pronunció el presidente de la organización, el cordobés David Roggero, en el acto de apertura del 30°Congreso de Aapresid, que se desarrolla en Rosario bajo el lema “A Suelo Abierto”. Decidimos compartir los tramos principales con nuestros lectores porque entendemos que reflejan las nuevas urgencias que tiene por delante la agricultura:
“Hoy un nuevo congreso nos convoca, el trigésimo dentro de los 33 años de la institución decidimos bautizarlo A Suelo Abierto, parafraseando lo que nos ocurre en una operación quirúrgica a corazón abierto, aquí vamos a intentar recorrer el mismo camino. Les vamos a proponer adentrarnos en esa aventura de abrir algo muy delicado e indispensable para la vida con el fin de cuidarlo, jamás para dañarlo, siendo conscientes que sin él la vida es inviable”.
“En cada situación cercana a la labranza se desencadenan una serie de procesos químicos, físicos y biológicos que a priori nos ofrecen algunas ventajas pero como efecto añadido genera un sinnúmero de daños colaterales de gran magnitud, esa obra de arte que Dios a través de la naturaleza nos brinda y denominamos suelo en gran medida colapsa”.
“Quizás puede parecer que continúa siendo lo mismo pero la ciencia nos amplía la visión demostrándonos que ya no es lo mismo, los procesos de degradación de la materia orgánica se aceleran y rápida e innecesariamente luego de cada pequeña labranza y sin materia orgánica sólo tendremos un sustento físico carente de vida e incapaz de permitirnos subsistir como humanidad”.
Arrancamos el segundo día de Congreso Aapresid 🙌
Listo para seguir viviendo un encuentro lleno de charlas, conocimiento, aprendizajes y networking 😊#CongresoAapresid2022 pic.twitter.com/PvmJvW3pDE— Aapresid (@aapresid) August 11, 2022
“A esta situación desafortunada se le suma que esa degradación desmedida se transforma en dióxido de carbono, elemento que también deberíamos prestar atención si queremos que el planeta tierra siga con vida. El dióxido de carbono es necesario para poder llevar a cabo la fotosíntesis pero en cantidades excesivas se nos transforma en una barrera difícil de sobrellevar denominada capa de efecto invernadero”.
“El no remover la tierra es el primer paso que nos permite adentrarnos en el sistema de Siembra Directa pero con ellos no es suficiente para que logremos el camino deseado”.
“Problemáticas asociadas a densificaciones, baja infiltración, estructura de costos y dificultad en el control de malezas pueden ser algunos de los argumentos esgrimidos, argumentos que fácilmente pueden ser rebatidos si a la no remoción le sumamos los demás conceptos que hacen a un sistema de Siembra Directa como por ejemplo una rotación de cultivos y raíces vivas en cantidad y calidad a lo largo del año, rotaciones que necesariamente deberán ajustarse a las condiciones climáticas y al suelo de cada región a lo que, en Aapresid, le llamamos agricultura siempre verde”.
“Esta agricultura siempre verde nos permite, entre otras cosas, alimentar a los millones de microorganismos que viven debajo de la superficie cumpliendo ese rol indelegable de poner los nutrientes a disposición de las plantas y junto al sol y al agua permiten llevar adelante la producción de alimentos para una humanidad creciente”.
“Es imperioso devolver al suelo todo lo que nos llevamos en granos, carne, fibra ya que ellos no son ilimitados”.
“Debemos lograr defendernos de las adversidades que nos ponen las distintas plagas con una mirada sistémica a través del manejo integrado de plagas, un manejo que nos permitirá no sólo ajustar los costos económicos de nuestra producción sino también nos permitirá avanzar hacia ese cuidado de todo el ecosistema”.