Esta semana dos grandes compañías agroindustriales presentaron sus balances financieros del segundo trimestre del año, pero con diferentes resultados e impacto en el mercado bursátil estadounidense NYSE, donde cotizan las acciones de ambos gigantes.
En primer lugar, ADM informó que obtuvo una ganancia operativa de 1840 millones de dólares, lo que representa un 61% más que en el mismo trimestre del año pasado.
Los negocios de servicios agrícolas y semillas oleaginosas de la compañía fueron los principales impulsores del aumento de las ganancias, lo que llevó a un incremento superior al 11% en el precio de sus acciones en la última semana.
Por supuesto, la recesión de la economía en Estados Unidos y la inflación mundial tuvieron un lugar destacado durante la presentación que realizó el CEO de la compañía, Juan Luciano, a los inversores durante la presentación de los resultados. En esa oportunidad el ejecutivo remarcó que en “las recesiones los alimentos están más protegidos que otros productos”, por lo que no esperan un retroceso en la demanda, al menos en el mediano plazo.
En tanto, la compañía ratificó su intención de continuar invirtiendo en el sector de las proteínas vegetales, muy a su pesar de los magros o casi nulos resultados que está ofreciendo ese segmento de negocios.
Actualmente ADM mantiene una asociación con la gigante brasileña Marfrig en la compañía Plan Plus, dedicada a ese rubro y con la que tienen dos plantas en Estados Unidos y una de investigación y desarrollo en Brasil. La empresa norteamericana es dueña del 30% este joint venture, mientas que Marfrig maneja el otro 70%.
Según las estimaciones de ambas firmas, a pesar de la recesión económica que impactó de lleno en el negocio de las proteínas vegetales, fundamentalmente porque este tipo de productos son más costos para los consumidores y todavía no ocupan un rol destacado en la dieta mundial, en el 2030 las proteínas vegetales moverían alrededor de 30.000 millones de dólares, aunque hoy solo representan un volumen de negocios de apenas 4000 millones de dólares.
En la vereda de enfrente, otro gigante del negocio agroindustrial, Bunge, también presentó sus resultados económicos del segundo trimestre de este año y en este caso sus ganancias alcanzaron los 206 millones de dólares, lo que representa una caída del 45% respecto al mismo período del año anterior. En este marco, el valor de la acción de la empresa en el NYSE descendió en la última semana.
El CEO de Bunge, Greg Hackman, dijo a los analistas que la compañía continúa lidiando con condiciones difíciles en todo el mundo, desde los parates que tuvo que afrontar en sus fábricas de China por el Covid, hasta la guerra en Ucrania, donde la firma mantiene presencia.
Bunge estimó que la invasión a Ucrania por parte de Rusia, uno de los principales productores de maíz, le costó a la empresa 59 millones de dólares solo en su último trimestre.