Para evitar que el gobierno se tiente a intervenir los mercados de productos agropecuarios, al principio de las cadenas, la Federación Agraria Argentina retomó la vieja propuesta de atacar el problema del alza de precios en el último eslabón: los precios al consumidor. Para ello, recomendó reducir la carga impositiva, poniéndole el énfasis en al IVA, que en algunos rubros aumenta los precios finales el 10,5% y en otros el 21%.
La entidad, que viene de protagonizar un paro agropecuario junto a CRA y la Sociedad Rural, ahora se desmarcó del resto de la Mesa de Enlace para proponerle al gobierno de Alberto Fernández que “elimine el IVA de una serie de productos de la canasta básica de alimentos (cortes vacunos, pollo, cerdo, lácteos, pan y productos molineros, aceites)”.
“Esta sería una manera directa para que los argentinos sientan en su bolsillo la baja (o al menos una suba menor) de los alimentos, sin destruir toda la cadena de exportación, como se intentó semanas atrás”, señalaron los federados en un comunicado, en referencia al cierre intempestivo de las exportaciones de maíz, una medida que se tomó el 30 de diciembre pero duró menos de dos semanas.
Los federados trataron de convencer a los funcionarios de analizar seriamente el tema, del cual se habla mucho pero nada se hizo en las diferentes gestiones. Para la FAA, esta vez bajar la carga impositiva no tendría impacto fiscal. O mejor dicho, esos ingresos que perderá el Estado podrán ser reemplazados.
“Esta medida podría financiarse con el diferencial que percibe el Estado como consecuencia de los altos precios internacionales de los granos, que es a la fecha aún más elevado que el que habían previsto en el presupuesto nacional de este año”, explicó.
Según un comunicado de la FAA, de este modo “sin generar cambios en el sistema de exportaciones, y sólo aprovechando la suba de estos productos en el mercado internacional, el Estado percibe más dinero por las retenciones. Esta diferencia, que es un ingreso extra no considerado, podría usarla para financiar la eliminación del IVA a los alimentos de los argentinos y beneficiar así a toda la ciudadanía”.
En el fondo, la entidad considera que “la matriz tributaria tiene que ser indefectiblemente revisada ya que la concentración y desaparición de productores nos alarma. Insistimos en que los impuestos tienen que ser progresivos. Y las medidas, consensuadas”, dijeron los federados.
“La idea que tuvieron días atrás de cerrar el cupo de las exportaciones de maíz se dictaminó, supuestamente, para lograr que no aumente excesivamente el precio de las diferentes carnes y la leche en el mostrador de los argentinos (en un momento en que el país que vive una terrible crisis económica con repunte inflacionario y niveles inaceptables de pobreza). Si nos hubiesen consultado, habríamos dicho que compartíamos la idea de abastecer el mercado interno en cantidad, calidad y precio, advertimos que el gobierno nacional se equivocaba una en el camino: cerrar las exportaciones solo traerá menos producción, mayores precios a futuro y menos empleo en toda la Argentina”, concluyeron.