Si un ganadero decide que quiere crecer en la actividad simplemente lo hará dejando de vender al frigorífico, reteniendo sus vacas hembras en edad de ser fértiles, para que sean madres de nuevos terneros y terneras. ¿Pero qué hace un apicultor si quiere crecer en el número de colmenas?
Si un ganadero quiere mejorar algunas características genéticas de su rodeo simplemente deberá acudir a una cabaña de su gusto, que le aporte nuevos padres y madres, toros o vacas) para cruzar en busca de las características buscadas. ¿Pero qué hace un apicultor que quiere cambiar de raza?
Esrta tipo de preguntas nos llevaron a visitar la cabaña apícola El Jardín de Malabrigo, ubicada a unos kilómetros al norte de esa ciudad del norte de Santa Fe. Allí, desde hace décadas, la familia Fabbro está dedicada justamente a la reproducción y venta de abejas reinas.
En una extensa charla, Rodrigo Fabbro fue quien aportó a Bichos de Campo la respuesta a ambas preguntas: si quiere crecer o cambiar rasgos de sus abejas, el apicultor puede -como en el caso de los ganaderos- acudir a una cabaña, pero de abejas reina.
Desde el año 1990 el padre de Rodrigo, Antonio Fabbro, comenzó con esta actividad y desde 2006 se integró a un conjunto de cabañas apícolas que funcionan en el marco del Proapi, un programa del INTA destinado justamente a mejorar la genética de las poblaciones de abejas que se crían en la Argentina. Ellos en Malabrigo reproducen una especie italiana, que fue mejorada en el país, y que se destaca por tener una alta capacidad de postura, mejor comportamiento higiénico en las colmenas, lo que se convierte en una mayor productividad. Además suelen ser elegidas por el productor por su mansedumbre, ya que facilita el manejo.
¿Y cómo incide la genética? “La producción de miel -como está el clima cambiante en la Argentina-, depende de una buena madre, porque la colmena necesita de muchas abejas para poder producir miel. Mientras más abejas tenés, más néctar y polen vas a recolectar”, explica Rodrigo, quien con los años se convirtió en socio en el emprendimiento familiar. También señala que una reina joven produce más huevos que una abeja de tres o cuatro años y esa es otra de las razones por las cuales los productores deben renovar su plantel de madres. O Reinas.
Ubicados en el primer eslabón la cadena apícola, entonces, los Fabbro se especializan en el mejoramiento genético de las abejas reinas al reproducir una especie que le garantiza al productor mejores niveles productivos. ”Los que nosotros hacemos es reproducir y vender esa reina y, que el apicultor compre una abeja para renovar su colmena y así tener más productividad” apunta el productor.
Rodrigo nació entre colmenas y tiene muy claro qué es algo que le gusta mucho hacer. Y lo mismo sucede con su hermano menor Ezequiel, que trabaja a la par. “Dentro de la apicultura, optamos por la venta de material vivo, es decir la reproducción de abejas. Es un negocio más estable porque no dependemos de los kilos de miel por colmena”. Explica que en el caso de El Jard´n de Malabrigo, el 70% de los ingreso es sobre la venta de material vivo y solo el otro 30% proviene de la miel.
-¿Cómo es el proceso para multiplicar reinas? le preguntamos
-Más allá que se hace inseminación artificial en reinas para poder seguir una línea, el proceso es mucho más complejo. Se eligen reinas madres y los porcentajes de genes, tanto de la madre como el padre, en partes iguales. Sería el 50% de la abeja madre y el 50% del zángano. Estos se aparean en vuelo.
-¿Y cómo se logra intervenir en un proceso tan natural como es vuelo para el apareamiento?
-Empezamos por la producción de celdas reales, que no es más que un capullo donde nace la abeja reina. Todo esto se hace forma artificial en colmenas huérfanas (sin reinas) o semi-huérfanas, donde se confinan las reinas y obtenemos las larvas en un período no superior a las 24 horas. El resto de las abejas obreras la van a mantener como si fuera una reina, porque es una especie que sin reina no subsiste- comenzó a explicarnos Fabbro.
Pasado 10 días aproximadamente, las larvas o huevos que diera esta abeja reina, alimentada por el resto de la colmena, se distribuyen por cada cajón y nace una reina en cada uno. Estas luego se ubican en cada núcleo, unos cajoncitos más pequeños que las colmenas, que son básicamente una unidad de fecundación.
-¿Y luego… se dejan volar para que se puedan aparear?
-Entre los 4 o 5 días una vez que la reina agarra fuerza sale a volar, son los llamados vuelos nupciales, porque si o si la reina se aparea en vuelo.
Los porcentajes de fecundación rondan entre el 75 y el 80% dependiendo del clima, la floración y otros factores ambientales. Hacen varios vuelos nupciales y una vez fecundadas vuelven a su cajón y quedan poniendo huevos. Entre los 15 y 18 días se revisan los cajones y se extraen las reinas nacidas para enjaular. Y esa es la reina que se destina a la venta.
-¿Cómo introduce un apicultor a estas nuevas reinas en su colmena?
-El apicultor debe tener previamente sus colmenas huérfanas, que haya matado ya las reinas viejas para poder introducir las nuevas reinas. Para eso hay varios tipos de transporte y varias formas de jaula que facilitan el proceso.
Son varios los productores que, como los Fabbro, se dedican a esta rama de la apicultura, que mundialmente tiene una importante demanda en el mercado. Por eso estos productores santafesinos buscan los mecanismos necesarios para incluso poder exportar abejas reinas, principalmente dentro de la región. La venta de Reinas a otros países puede ser otra línea de negocio.
-Si tuvieras que defender lo que hacés dentro de la cadena apícola, ¿de qué te sentís orgulloso?
-La abeja es un polinizador por excelencia y es útil para la vida en sí. Nosotros lo vimos como un negocio, pero la abeja es la única especie que se reproduce sin destruir otra vida. Es un polinizador por excelencia en el mundo y necesario para subsistencia de otras especies.
Eladia Weber: “Esta exportación de abejas reinas es la primera que se hace en Entre Ríos”
Este es un video institucional elaborado por los Fabbro.
Hola Ezequiel, quisiera aprender más de ti