El secretario de Agricultura, Fernando Vilella, recibió este viernes a representantes de la empresa argentina Alvis S.A., que ofrece servicios de telecomunicaciones en zonas rurales a través de la red 4G LTE.
Las grandes compañías de telefonía móvil en la Argentina utilizan bandas de frecuencias que van de 700 y 1800 MHz. Por eso colocan antenas que permiten conectar a los celulares dentro de determinado radio de alcance. Cuando un usuario deja esa zona, pierde conectividad, como sucede en muchas zonas rurales.
Alvis, en cambio, emplea la banda de 450 MHz, que es una frecuencia diferente y sin tráfico de datos, lo que permite ofrecer plena conectividad en un radio de hasta 30 kilómetros por cada antena habilitada.
En 2019 una licitación del gobierno nacional adjudicó vastas zonas del país a Alvis para comenzar a brindar un servicio de conectividad destinado a zonas no cubiertas por la telefonía urbana. Y así, además de Balcarce –el área de origen de la empresa–, comenzaron a ofrecer conectividad rural en las zonas rurales de Venado Tuerto y Chacabuco.
El presidente de Alvis, Marcelo Dumanjo, junto al asesor de la firma Carlos Becco, presentaron a Villela los planes de la compañía de capitales argentinos para otras regiones agropecuarias.
¿Cuál es el principal obstáculo para la difusión del servicio? El primero es que conozca la tecnología, algo que, Villela, con la reunión de este viernes, contribuyó a subsanar.
El segundo es una cuestión de escala y asociativismo, dado que, para que el servicio sea viable, se necesita al menos una superficie de 15.000 hectáreas para justificar la instalación de una nueva antena que opere en la banda de 450 MHz.
Para que eso suceda resulta indispensable que una gran proporción e pequeñas y medianas empresas agropecuarias se sumen a la iniciativa en cada zona de interés.
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