En el último lustro la inseguridad alimentaria en la Argentina se más que duplicó para afectar a 5,7 millones de personas, una cifra vergonzosa en una nación que es una gran exportadora de alimentos.
El Panorama Regional de Seguridad Alimentaria y Nutrición 2021 de la FAO, publicado hoy, mientras que en el trienio 2018/20 un 12,6% de la población padeció inseguridad alimentaria grave, mientras que en 2014/16 esa proporción era del 5,8%.
La magnitud de personas que padecen inseguridad alimentaria grave en la Argentina, para el período 2018/20, supera al promedio presente en Sudamérica (9,8%) y en los países vecinos de Uruguay (6,7%), Chile (4,3%) y Brasil (3,5%).
La inseguridad alimentaria grave creció en toda Sudamérica, aunque no en la proporción que lo hizo en la Argentina, dado que pasó de 6,0% en 2014/16 a 9,8% en 2018/20. Incluso el dato argentino es superior al promedio de toda América latina y el Caribe, que en 2018/20 se ubicó en 11,3%.
“No cabe duda de que gran parte de esta situación puede atribuirse al impacto de la pandemia de Covid-19, que redujo los ingresos de millones de personas en la región. Sin embargo, la pandemia no es la única responsable de todos estos contratiempos, ya que las estadísticas regionales del hambre llevan seis años consecutivos aumentando”, advirtió el informe de la FAO.
“En 2020, 267 millones de personas padecieron inseguridad alimentaria moderada o grave en América Latina y el Caribe. Es decir, 60 millones más de personas que en 2019 no tuvieron acceso físico o económico a comida en cantidad o calidad suficiente para su salud y desarrollo”, añadió.
La severidad de la inseguridad alimentaria se mide usando información obtenida mediante una encuesta que consta de ocho preguntas breves que refieren a las experiencias del encuestado individual o del hogar del encuestado en su conjunto.
Las preguntas se centran en experiencias y comportamientos relacionados con la alimentación que describen los encuestados, relacionados con dificultades crecientes para acceder a los alimentos debido a limitaciones de recursos. Las preguntas refieren a los doce meses previos a la encuesta.
La FAO proporciona estimaciones de inseguridad alimentaria en dos niveles de gravedad: moderada o grave. La inseguridad alimentaria moderada describe una situación en la que la capacidad de una persona para obtener alimento está sometida a ciertas incertidumbres, y se ha visto obligada a reducir, a veces a lo largo de un año, la calidad y/o cantidad de la comida que consumen debido a la falta de dinero o de otros recursos.
Por otra parte, la inseguridad alimentaria grave, refiere a un escenario en que a una persona lo más probablemente se le acabó la comida, padece hambre y, en su versión más extrema, lleva días sin alimentarse, poniendo su salud y bienestar en gran riesgo. La prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave se calcula sumando la prevalencia de inseguridad alimentaria de ambos niveles.
La Argentina es el trofeo de guerra de los políticos, pero el pueblo es noble y callado, no van a por el reclamo así que esta situación seguirá hasta el año 5.024, donde surge Chaacteconetepec, un ciudadano de las colonias nativas que se dio cuenta que Argentina estaba sumida en la corrupción, y se plegó al poder político para enriquecerse él también, a él le sucede, Chaactamarú, su hijo, y también se hizo corrupto, y alimento a su colonia con papel moneda, por la lactosa que tenia, y en ese momento se dio cuenta que, debíamos ser todos corruptos para hacer desaparecer la participación individual, y se hizo la guerra, todos querían el poder simbólico, así que en el año 5.120 se firmó un acuerdo donde solo se podía robar una botella de aceite por familia y el supermercado debía ser se un pariente cercano lo mas distante primo, para garantizar la confiabilidad del robo y que no fuera a la cárcel de otro barrio. En fin, así surgió el Panetón, era un lugar donde se castigaba al que no afanaba algo por lo menos en dos días. Esta historia continuará..