En lo que va de la semana se notó algo más de interés por los precios del ganado con destino a faena. Esto se explica por los números registrados en el Mercado de Cañuelas, donde los mejores lotes de novillos, novillitos y vaquillonas aumentaron entre 10 y 15 pesos, por ende la suba fue 3% respecto del cierre de la semana anterior.
En este sentido, los lotes que hacían precios máximos de 330 pesos se negociaron en 340, 345 pesos. En el seno del sector, especialistas auguran que esto anuncia una primera suba del ganado, que se suele dar en el momento de las fiestas, aunque es poco probable que de darse, sea significativa, teniendo en cuenta el poco poder de compra de la demanda interna.
La recomposición de precios por otra parte tiene que ser muy importante para compensar los costos del engorde, dado que la mejora debería ser de 40%. En un contexto inflacionario, esa suba debería ser todavía mucho mayor para llegar a una compensación.
En este contexto, mañana se va a conocer el Índice de Precios al Consumidor de noviembre, en función de lo informado en los últimos meses, y las proyecciones de las consultoras estiman que para este año la inflación sería cercana al 100%.
En función de ese dato, el retraso en el precio de la hacienda es enorme. Las comparaciones de los promedios de noviembre de este año con los de igual mes del año pasado indican que las subas fueron de apenas 30%.
Los valores actuales del novillo deberían ser de 400 pesos, si se actualizaran por ese indicador, pero con eso no alcanzaría porque los costos siguen subiendo. En un hipotético caso que el novillo mañana se pague 400 pesos, luego debería tener una actualización mensual de 6/7% para acompañar a la inflación. Todavía no sucedió lo primero, y si sucediera es poco probable que pase lo segundo.
En este escenario, el precio del maíz está por encima de la capacidad de pago de la exportación, y se prevé que su valor siga firme porque la cosecha será muy escasa.
Además, los precios de los terneros de invernada, los que se destinan al engorde siguen subiendo porque nadie quiere tener pesos en la mano. Para los que engordan, el panorama es muy poco optimista.