De acuerdo con datos relevados por INDEC, la naranja ocupa 60,5% de la superficie destinada a los cítricos dulces en el país -entre los que también se cuentan la mandarina y el pomelo-, y el 30,3% si se piensa en los citrus en su conjunto (donde ya entra a tallar también el limón), y solo el 6% sobre eel total de los frutales implantados en el país.
Su área productiva se ubica en el centro y norte del país, siendo las principales provincias que concentran la superficie implantada con naranjas las de Entre Ríos (46,8%), Corrientes (28,7%), seguidas por Jujuy (7,4%), Salta (6,7%), Buenos Aires (3,7%), Misiones (2,3%), Tucumán (2,3%) y Catamarca (1,4%).
Desde el punto de vista de las regiones productivas, entonces, el Litoral concentra el mayor volumen de producción, con destino principalmente al consumo interno, y con importante presencia de pequeños y medianos productores familiares. Mientras tanto el NOA, con características productivas y problemáticas diferenciales a la región anterior, posee una producción que es liderada por grandes empresas integradas orientadas al mercado externo, con variedades y certificaciones aptas para mercados exigentes.
En lo que respecta a la mano de obra, el cultivo de frutas cítricas representó 3.848 puestos de trabajo en 2021. En particular para las naranjas, el 53% de los trabajadores se concentran en Entre Ríos (37,4%) y Corrientes (15,4%). Dentro de estas estadísticas, la participación de las mujeres es minoritaria (11% en promedio).
Según un informe publicado semanas atrás por el Ministerio de Economía, la producción de esta fruta se encuentra estancada desde 2014 en torno al millón de tonelada (1,02 millones para ser exactos). Se trata de un número sensiblemente menor al máximo registrado en 2011 de 1,13 millones. Durante los últimos dos años, en particular, la producción se vio afectada por la extensa sequía.
¿A dónde se destina lo cosechado? Fundamentalmente se vuelca al mercado interno en fresco (46% del total de la producción primaria), y lo restante se divide entre la industrialización (20%) y la exportación en fresco (9%). El resto, según se indica en el relevamiento, corresponde a la pérdida o descarte, que está incrementándose como resultado de problemas de calidad y sanidad.
Enfocándonos en el mercado interno, la naranja resulta ser una de las frutas más consumidas de Argentina. Encabeza los ingresos en el Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) con un nivel constante promedio de 22% entre 2010 y 2022. De acuerdo al último dato de 2021, el consumo interno rondó los 13,2 kilos por habitante por año, lo que muestra una recuperación respecto al promedio del último quinquenio en un 12%. Aún así, todavía se ubica por debajo del valor registrado en 2011 (-21 %).
¿Y qué ocurre con los precios? De acuerdo con el informe, las fluctuaciones en el valor que obtiene e consumidor dan cuenta de los ciclos de oferta, asociados principalmente a la estacionalidad del cultivo y al impacto de las condiciones climáticas. Así, en los meses de febrero a junio, cuando la oferta es más escasa (variedades primicia) los precios aumenta. En tanto en primavera y verano ellos se reducen ante el ingreso de la cosecha.
Según el relevamiento comparativo de precios de naranja en distintos canales de comercialización realizado por la Secretaría de Agricultura, “los supermercados presentan la mayor brecha respecto al MCBA, superando a lo largo del año 2022 el 100%. Los precios en verdulerías de barrio se encuentran, en general, por debajo de los supermercados, excepto cuando las grandes cadenas ofrecen promociones especiales o cuentan con sobre stock. Por su parte, las ferias organizadas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires llegan a vender por debajo de los precios del MCBA, debido a que cuentan con ventas directas de los productores”.
Mirando ahora el comercio exterior, las exportaciones de naranja y derivados (jugos y aceites) representan, para el promedio de los últimos seis años, 43 millones de dólares. En 2022 alcanzaron los 32 millones de dólares, número por debajo del promedio, debido a problemas asociados con la dificultad de acceso a contenedores y buques por el conflicto Ucrania-Rusia.
El principal producto exportado es la naranja para consumo en fresco, que representa el 55% del valor total en 2022. Jujuy es la provincia con mayores exportaciones y el principal destino de ellas es la Unión Europea (Países Bajos y España).
“Entre 2010 y 2022 se exhibe una tendencia decreciente en las exportaciones argentinas asociada a la caída del mercado ruso y a las menores compras desde la Unión Europea”, indicó Economía.
El informe finaliza detallado las principales dificultades que enfrenta el comercio externo de esta fruta: “mayores exigencias sanitarias y fitosanitarias; mayores exigencias de calidad en la fruta (externas e internas); exigencias de sostenibilidad ambiental; tendencia a un mayor consumo de frutas fáciles de pelar (easy peelers); crecimiento de países que se han vuelto significativos en el comercio global; entre otros”.