El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) decidió, en conjunto con las empresas agrupadas en la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA), suspender las exportaciones de limones frescos a la Unión Europea (UE) para lo que queda de la temporada 2020.
“No estaban dadas las condiciones de seguridad y previsibilidad para retomar los envíos”, explicó un comunicado de ACNOA que informó esta mala noticia y admitió de modo implícito que el país no está en condiciones de ofrecer garantías que sus cargamentos de estos cítricos están libres de una enfermedad conocida como Mancha Negra.
La Argentina era el primer proveedor de limones frescos de la Unión Europea, que es a su vez el principal mercado de exportación para esa fruta. Según datos del INDEC, en 2019 se exportaron 126.863 toneladas a este destino; es decir, 54% del total exportado al mundo.
Esto es un dolor de cabeza para todos, ya que la participación argentina en el mercado europeo ronda el 25% del total. “Estimamos que unas 100.000 toneladas de limón argentino ya han ingresado al mercado de la UE desde el inicio de esta campaña en marzo de 2020 hasta la fecha”, se explicó, minimizando las pérdidas a solo una quinta parte de lo exportado el año pasado.
Fuentes del Senasa, que confirmaron esta decisión compartida con los exportadores, creen que no queda mucho limón por exportar a Europa, pues ya se habían cubierto prácticamente los envíos del año pasado. Afirmaron además que gracias a la apertura de nuevos mercados, como China y Estados Unidos, varias cargas podrán ser redireccionadas a esos otros destinos, que no exigen nada respecto de esta enfermedad.
Esto se veía venir. Hace unos días las limoneras radicadas sobre todo en Tucumán “habían suspendido de manera voluntaria y preventiva por 15 días las exportaciones a este mercado a partir del 1 de julio, mientras se recababa información y analizaban las intercepciones por Mancha Negra (Phyllosticta Citricarpa) en lotes arribados a diferentes puertos de la Unión Europea, en particular de España”, según contó ACNOA.
Ese país especialmente se había puesto muy exigente con el control de los envíos y entre los expertos argentinos piensan que se debe sobre todo a razones comerciales más que sanitarias. De todos modos es cierto que hubo embarques que mostraban la presencia de Mancha Negra. Una dificultad es que esa enfermedad se manifiesta con la mercadería en viaje, por lo cual se hace muy difícil detectarla en los empaques de limones.
Como sea, el Senasa y las empresas no pudieron remontar la cuesta. Es evidente por el hecho de que hubo que suspender todo el comercio en lo que queda del año. La temporada de exportación de limones frescos se inicia usualmente en abril y se prolonga hasta octubre. Esta vez los envíos comenzaron antes, en marzo.
“Teniendo en cuenta la incertidumbre generada por estos incidentes que derivaron en el rechazo de la mercadería, se consideró que no estaban dadas las condiciones de seguridad y previsibilidad para retomar los envíos a la Unión Europea en lo que resta de la temporada”, indicó la Asociación, que además destacó que “Senasa y las autoridades sanitarias europeas están en permanente contacto para evaluar las causas de estas intercepciones”.
La Mancha Negra es una enfermedad causada por un hongo que se manifiesta por manchas de este color en la piel del fruto. Esta plaga está presente en los principales países productores de cítricos del hemisferio sur, incluida la Argentina. Aunque no afecta la inocuidad del fruto para el consumo humano, la Unión Europea tiene exigencias respecto a la misma, dado que la considera una plaga cuarentenaria por estar ausente en su territorio. Es decir que con estas intercepciones está evitando el riesgo de contagio.
La primera exportación de limones a EE.UU. tiene quien la vigile
“Cabe destacar que las actividades de certificación de exportación continuarán para los frutos cítricos dulces con destino a la Unión Europea”, indicó ACNOA. De todos modos, ese tipo de cítricos resultan mucho menos exportados a Europa que el limón.
Desde ACNOA se reconoció que esta decisión tiene un “fuerte impacto económico para nuestros productores y exportadores, como así también para nuestro país por los ingresos de divisas que dejará de percibir”.
“Se abre ahora una etapa de investigación de las causas que nos llevaron a esta situación; y en este sentido, el sector es plenamente consciente de la necesidad de trabajar con SENASA para mantener el mercado europeo e implementar las medidas necesarias que nos permitan cumplir con las altas exigencias fitosanitarias y de calidad que nos exigen la Comisión Europea y nuestros clientes”, se avisó.
Nota de Redacción: La foto de portada pertenece al INTA Famaillá