Bichos de Campo primero se encontró con los chicos de Silvestre en la última edición de la Exposición Rural de Suipacha. Entonces hicimos la nota con Camilo Fiorello, pero por h o por b el micrófono no grabó y el material no servía para ser publicado. De todos modos, la Todo Láctea 2025, realizada en Esperanza, nos dio rápidamente la chance de revancha. Allí nos los volvimos a encontrar vendiendo su dulce de leche “artesanal” en plena cuenca lechera santafesina.
Se los sacaban de las manos.
Pía Spinelli, la compañera de Camilo, fue quien nos atendió en esta segunda oportunidad para contarle a nuestro público qué es Silvestre y quiénes están detrás.
“Somos una familia mercedina, apasionada por la producción y dedicada a la elaboración del dulce de leche mas exquisito, siguiendo una receta tradicional que ha pasado de generación en generación”. Con esa dulzura, los miembros de esta familia se presentan desde la página web que también armó uno de ellos. Porque finalmente de esto se trata: toda una familia que usando la receta de la madre y la leche del tambo del padre, se puso a elaborar un riquísimo producto lácteo.
Mirá la entrevista con Pía:
El emprendimiento se despliega entre los partidos de Mercedes y Suipacha, en el corredor de la Ruta 5. En el primero está el tambo, en el segundo el local donde elaboran el dulce, que no tiene demasiado márketing detrás. “Es un dulce de leche artesanal familiar y hacemos solamente una variedad de dulce”, sintetiza la emprendedora.
-¿Pero qué tiene de particular? ¿Qué define que sea artesanal?
-Una de las características era el volumen pequeño que producimos. Hacemos una elaboración por mes de solo 2000 litros de leche, de la que salen 1.000 kilos de dulce por mes.
Los integrantes del emprendimiento se lo toman casi como un juego. Como envasan solamente en potes de cartón que aseguran al dulce un corto periodo de consumo de solo tres meses, producen ese volumen del dulce de leche y salen a venderlo, hasta que se les van agotando las existencias y se reúnen de nuevo a elaborarlo.
-¿Y hay alguna receta en especial?
-En realidad la idea era mantener la que hacía mi mamá en casa. Lo más casero posible y sin agregarle esencia de vainilla o otras aditivos que se le pueden llegar a poner. Entonces es solo la leche entera del ordeñe con toda la crema, azúcar y bicarbonato. No tiene nada más Silvestre.
El nombre del emprendimiento tampoco surgió de complejos estudios de márketing ni nada por el estilo. “En realidad es el nombre de mi sobrino que tiene dos añitos. Nosotros ahora en julio cumplimos dos años del emprendimiento y cuando arrancamos no sabíamos que nombre le íbamos a poner. Y bueno, nos gustó a todos en homenaje a él, digamos, ponerle Silvestre y quedó lindo, la verdad”.
Spinelli, el padre, aporta la leche de su establecimiento en Mercedes. Como buen tambero, reniega de los precios que reciben los productores que entregan la leche a una gran industria, y seguramente se tentó con agregarle valor a una parte de su producción. Pero esa es una excusa nomás: el verdadero motivo que lo impulsó es hacer algo con todos sus hijos y con Camilo, que es el novio de Pía.
“Queríamos un poco hacer algo juntos y que nos una, y ocuparnos nosotros de este proyecto. Esa no es la actividad principal de ninguno. Es como un extra, pero que de a poco va creciendo”, nos dijo la emprendedora, que en realidad estudió y ejerce como bioquímica. El resto de la familia se reparte entre veterinarios e ingenieros agrónomos.
El dulce de leche Silvestre se puede comprar en potes de un kilo o medio kilo, ya sea por internet o en algunas ferias. incluyendo el tradicional encuentro agroecológico de la Facultad de Agronomía, en Buenos Aires. “Ahí vamos siempre con nuestro gazebo, con nuestro producto y la gente ya vuelve a buscarlo al dulce. Tenemos como cliente fijos que nos van a buscar y eso está muy bueno”, describe Spinelli.
-¿Y piensan hacer algo más con el dulce de leche o se quedan ahí nomás?
-Incorporamos hace poquito alfajores (que se habían agotado el primer día de la muestre lechera). Y tenemos bombones. Quizás a futuro podemos hacer algún queso. Y también queremos incorporar vidrio (para envasar el dulce), ya que el vencimiento es mayor y te permite comercializar en lugares más lejanos. Pero como que vamos de a poquito. Tenemos varias metas para cumplir todavía.