Los años 2030 y 2050 son, para muchas empresas, años clave. Es que numerosas metas vinculadas a morigerar los efectos del cambio climático, a las que distintas naciones adhirieron en los últimos tiempos, establecieron que esas son las fechas en las que habrá que rendir cuentas.
Una de las compañías que trabaja en esa línea es Nestlé, una multinacional Suiza de alimentos y bebidas con una importante participación en el sector lácteo mundial. Tal es así que para el 2050 se han comprometido a convertirse en una firma “Net Zero”, lo que implica que han reducido al mínimo sus emisiones globales. Pero antes de eso hay una meta previa: en el 2030 deben bajarlas al 50%.
Por eso en Argentina la firma ya está testeando un aditivo alimenticio, que ha sido aprobado en numerosos países, con el cual busca disminuir las emisiones de metano de las vacas lecheras. Se trata de Bovaer, un producto de la corporación holandesa DSM que, según indicó el fabricante, “reduce consistentemente la emisión de metano entérico en al menos un 30% para las vacas lecheras” con solo una cucharadita por vaca por día.
“Esto surge como un proyecto global. Como parte de los proyectos de cambio climático que llevamos adelante para reducir emisiones, se firmó una alianza el año pasado junto con otras lácteas para empezar a hacer un reporte separado de metano, a partir de 2024. Hasta ahora nosotros hacíamos las contabilizaciones de gases de efecto invernadero, pero vamos a empezar a tener una especial atención sobre el metano. En 2025 también demostrar un 20% de reducción y en 2030 un 50%”, dijo a Bichos de Campo la veterinaria Melina Marquisio, líder de Agricultura Sostenible dentro del área de Producción Primaria de Leche de Nestlé.
La primera experiencia con el aditivo inició en el mes de diciembre pasado, en un tambo estabulado que es socio de la empresa, ubicado en la localidad cordobesa de Monte Maíz. Allí el producto es añadido al esquema dietario diario de los 1200 animales que posee en ordeñe.
“Empezó hace poco porque nosotros recién el año pasado empezamos con las gestiones con la empresa productora. El producto se tuvo que registrar en Senasa, se hicieron todos los trámites pertinentes y recién el año pasado nos convertimos en los primeros en utilizarlo en Argentina”, señaló Marquisio.
“La elección del tambo piloto tiene una explicación técnica. El producto debe ser consumido por las vacas cada cuatro horas, para asegurar esta reducción en la producción del metan. Para eso tenemos que involucrar a tambos estabulados. En ellos la alimentación está controlada y protocolizada, lo que nos permite medir esto, que se ingiere mezclado con el alimento y en dosis bajas. Todavía la empresa productora no sacó una versión para tambos pastoriles, que es lo que estamos esperando”, explicó a continuación la especialista.
En este punto hay que aclarar que la medición de las emisiones no se hará en forma individualizada por cada animal, sino que la empresa sus primeros datos en los próximos meses a partir de cálculos similares a los que se realizan para medir a huella de carbono.
“Al ser un producto que ya está avalado científicamente y hay papers que lo confirman, cuando las vacas comen ese alimento cada cuatro horas vos te estás asegurando esa reducción. Luego se hacen los cálculos a través de calculadores específicamente desarrolladas para eso. No es que uno va con algún aparato específico midiendo, porque eso sería imposible en un establecimiento comercial. Para eso están las universidades y los centros de investigación específicos. Nestlé, por ejemplo, tiene un centro de investigación láctea en China, donde se confirman, corroboran y se llevan adelante todos estos proyectos de I+D. Con todos esos resultados después se toman decisiones y se bajan a los mercados comerciales”, indicó Marquisio.
En este sentido, la veterinaria añadió que hay confianza en el uso del producto, ya que se ha confirmado que no produce problemas de palatabilidad, de merma productiva ni impacto en la calidad de la leche. Por eso, el objetivo de Nestlé será sumar nuevos establecimientos estabulados a la prueba durante 2024.
Hasta el momento, la multinacional realizó pruebas con este aditivo en Brasil, Chile y en países de Europa.