A diario se escucha que matarifes y compradores de frigoríficos se quejan de que “la calle está dura”, que “el consumo no puede pagar más” y lo que les cuesta la cobranza.
Los números reflejan eso. En junio la inflación promedio fue de 5,3%, la suba del precio de la carne de 1,4% y en el pollo, que es tres veces más barato, la suba del pecio fue mayor y en forma interanual acumula más del 80%. Es la única de las tres carnes principales que le ganan a la inflación.
Pero ese no es el único motivo que impide que la carne y la hacienda con destino a la faena no hayan podido acompañar a la inflación.
El otro punto es la alta oferta de carne. Hasta junio hubo un incremento en la producción de 3,6%, pero ese indicador, una vez procesados los datos de la faena y producción de carne de julio, será todavía mayor en el acumulado del año.
Según el Senasa, en julio la faena fue de 1.133.105 cabezas, lo que significa un aumento del 4% en la oferta con relación a igual mes del año pasado.
En el caso de las vacas la oferta fue de 242.000 animales y el incremento del 11%. La faena de vaquillonas sumó 249.180 lo que significó una suba de 3,5%. En tanto la faena de novillo fue de 317.000 animales y el aumento de 2,2%; y la de novillitos de 245.000 cabezas y el incremento de 3,5%.
Los mayores ofrecimientos de vacas tienen que ver con el impacto de la sequía sobre los campos de cría, que obligó a desalojar campos para que el poco forraje disponible esté a disposición de los mejores vientres y preñados.
Esa mayor faena de vacas, que tienen como principal destino al mercado chino, es la que generó el salto en las exportaciones de los últimos dos meses, en los cuales se llegó a cerca de 80.000 toneladas. Cabe recordar que ese destino no está restringido para las categorías D y E por el cepo dispuesto desde mediados del año pasado.
Por otro lado, el incremento en la oferta de novillos, novillitos y vaquillonas tienen relación también con la seca, ya que los criadores y recriadores no tuvieron más opción que recurrir al encierre en los corrales por la falta de pasto para retener la hacienda.
En adelante se espera una caída en la oferta de vacas. En efecto, sus precios ya comenzaron a mejorar en el Mercado Agroganadero de Cañuelas consecuencia de la menor oferta y la mayor demanda de China.
En cuanto a las categorías que van al consumo interno, el panorama es bien distinto. Hay cerca de 2 millones de animales en los feedlots que ya comenzaron a salir al mercado, y eso mantendrá bien abastecido a la demanda local por lo que la perspectiva de precios no es alentadora.
Eso ya se observa en el mercado. Los precios de los mejores lotes de novillitos y vaquillonas con suerte llegan a los 340 pesos por kilo, mientras que la invernada repuntó y se negocia a 400 pesos. Esa diferencia negativa en la compra venta está dando otra vez resultados negativos en el proceso de engorde intensivo.