27 pabellones. Uno más grande que otro. En todos, mucha maquinaria agrícola y tecnología para el campo. Es la Agritechnica, que tiene lugar en Alemania cada dos años, y es visitada por curiosos y expertos de todos los rincones del mundo.
Para el ojo argentino se presenta como una muestra de dimensiones siderales. Para otros ojos, también. El predio es sencillamente inabarcable, y se necesitan varios días completos para poder ver todo lo que se expone.
Es una feria agropecuaria, si, pero de fierros y en Alemania. Muy lejos está el folclore gastronómico de las expos argentinas. En Agritechnica se extraña el ahumado que deja el sector gastronómico en las prendas. Se extraña la música que ameniza, personajes caricaturescos que adornan cada Expoagro o Agroactiva. Hay una brasería, pero no tiene el aroma característico de la leña de un buen asado argentino,

En Agritechnica sencillamente se expone tecnología, y la tecnología suele ser fría. Alemania es conocida por ese mote, y en Agritechnica se nota. Todo funciona, todo anda, las entradas y salidas a la feria son ágiles, los transportes públicos te dejan casi en la puerta. Todo es desmesura. En tamaño y en funcionalidad.
Quizá sea ese “acá todo funciona” que hace que la muestra parezca fría. Tractores, cosechadoras, rastras, sembradoras, tecnologías, casi sin adorno. Alguna que otra marquesina, y mucho de ver los equipos.
En esta edición 2025 de la feria se celebra el 40 aniversario, ya que este gigante que se erige desde el norte de Alemania comenzó a funcionar allá por 1985 en Frankfurt. Quienes llevan varias décadas transitandos sus pasillos, afirman que la expo cambió mucho: Hoy en día todo es más frío aun que antes. Los desarrollos tecnológicos de hoy se basan en eficiencia e inteligencia artificial, o autonomía. Las grandes empresas fabricantes –y quienes marcan la tendecia- van hacia allí.
Prueba de esto son los lanzamientos que tuvieron lugar en este coloso alemán. Empresas del calibre de Fendt, John Deere, Kuhn, Case IH o New Holland, solo por nombrar algunas, están desembarcando de lleno en la autonomía de los equipos.
Sin dudas Agritechnica es el faro de la tecnología agropecuaria global. Lo que se ve aquí, en poco tiempo –quizá un par de años- ya pueda estar trabajando en las pampas sudamericanas. Un tractor eléctrico, otro con tracción independiente en cada rueda, una rotoenfardadora prismática innovadora, cosechadoras predictivas, picadoras de forrajes actualizadas, un coloso que cosecha, siembra, fertiliza y pulveriza sin cambiar de máquina, son algunos de los adelantos que se pueden ver y probar en esta feria,

En el terreno de los fierros, a los grandes jugadores les empieza a preocupar el desembarco masivo de empresas fabricantes de origen asiático. Tanto China como India se están posicionando cada vez más fuerte en segmentos de tractores de media y baja potencia, con costos muy por debajo de las grandes potencias.
Las diferencias en calidad resultan palpables, pero además hay una diferencia en posventa que es insalvable y por ahora mantiene tranquilos a los gigantes. Pero ojo: China demostró con el sector automotriz que no resulta descabellado encontrar en el corto plazo productos de alta gama que provengan de Asia.
Volviendo a la feria y al ojo argentino, la frialdad alemana se acaba a la hora en entablar relaciones. Contrario a lo que se cree, los alemanes son buenos anfitriones. A la prensa internacional, por ejemplo, nos recibieron con cálido ágape de bocados y cervecitas. Algo que en Argentina cuesta encontrar. Además, una máquina para limpiarse y pulirse los zapatos, una cortesía poco imaginada, pero real.
Lo llamativo de esta feria, y visitarla, es el constante flujo de productos industriales que circulan por las vías férreas cercanas a la muestra, que refuerza todo el tiempo el recuerdo de donde se está parado: Uno de los polos industriales más desarrollados del mundo.
En ese entorno, no desentona Agritechnica. Incluso los pases en tren para salir de la expo hacia otras estaciones para ir a otras ciudades es libre, entendiendo que lo importante, por ahora, es la feria. Entienden claramente que en el casi medio millón de personas que habitan la feria, hay muchos clientes que comprarán los productos que aquí se exponen, lo que genera desarrollo en las comunidades, es decir, trabajo y más progreso. Eso lo entienden tanto desde el sector privado como del público. Hannover entera celebra la muestra, y hace todo lo posible para que sea amena.
La presencia Argentina en esta edición es récord. Casi 40 empresas nacionales están participando con stand propio, pero hay directivos de varias más. Incluso algunas ostentan stand propio, por fuera del sector reservado para Argentina donde participan unas 30 empresas, la mayoría de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires.
La pregunta que subyace a las charlas con los empresarios industriales argentinos tiene que ver con la posibilidad vernácula de competir contra los grandes, pero no en tamaño ni volumen, sino en innovación. Mucho de lo que exponen los gigantes se originó en Argentina y compone equipos extranjeros. Esta industria nacional, la que se expone en Agritechnica y la que no, discute seriamente la posibilidad de producir. Hoy, la supervivencia está dada por la exportación. Ante la caída del mercado local, que no logra estabilizarse, la solución para los industriales es exportar a fabricantes de otros países como agropartes.

Sin lugar a dudas, el tamaño de Agritechnica es lo más importante. Una ciudad que se arma cada dos años. Una de las grandes, no un pueblito. Sin dudas, para recorrerla, no bastan dos o tres días, sino las 6 jornadas que se extiende la feria. La otra opción, es leer la cobertura en Bichos de Campo.





