Luego de 15 años de investigación, el equipo de mejoramiento vegetal de la Chacra Experimental Integrada Barrow, del Ministerio de Desarrollo Agrario e INTA, desarrolló la avena “Bonaerense INTA Yapa”.
Obtenida por el equipo de mejoramiento vegetal y calidad industrial, Bonaerense INTA Yapa (Avena sativa L.) es una avena con una genética especial, meticulosa y rigurosamente seleccionada a campo, libre de gluten.
Se trata de una variedad de excelente producción de grano, de ciclo intermedio y con altísima calidad para industria de avenas arrolladas entre otros usos, donde se requiere que su peso hectolítrico sea constante y superior a 50 kg/hl. Posee además un alto contenido de pepita (grano sin cubiertas) que es otra cualidad muy deseada por la industria procesadora de avena.
Tiene buen comportamiento a enfermedades de las hojas como roya de hoja y es moderadamente susceptible a roya de tallo. Bonaerense INTA Yapa es una avena con excepcionales cualidades que combina su excelente calidad para la industria y su posibilidad de obtener productos de consumo y cosmética únicos por ser libre de gluten.
Es una variedad con una genética especial, libre de gluten, que se cultiva a campo en condiciones controladas, para abastecer la producción de la línea Aveno de Laboratorios Andrómaco.
Mediante una empresa que procesa la avena, el INTA produce y abastece -hace tres años- a Laboratorios Andrómaco, famoso por sus cremas corporales, de esta avena de genética especial para la elaboración de los productos de la línea Aveno.
“Desde la Provincia de Buenos Aires estamos orgullosos de que una investigación realizada por el sector público, y en particular por el MDA en conjunto con el INTA, llegue a los consumidores mediante un convenio con el sector privado, permitiendo así que una avena apta para celíacos llegue al mercado. Así, el esfuerzo público se articula con el privado, mejorando las condiciones de vida de la población”, señaló el ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez.
Camila Sartori -gerente de producto de Aveno- subrayó la sinergia público-privada y la consideró “la clave para el éxito”. En esta línea, explicó: “Mientras que el INTA y MDA aportan su conocimiento técnico y experiencia en investigación agrícola, Aveno contribuye con su capacidad de innovación y llegada a los consumidores. Esta colaboración permite que las soluciones desarrolladas tengan un respaldo sólido y acceso a un público más amplio”.
Por su parte, Natalia Carrasco -directora de la Chacra Experimental Integrada Barrow (MDA-INTA)- subrayó: “Cada grano de avena utilizado en los productos de Aveno proviene de una estricta selección por parte de nuestro equipo de mejoradores. Nos aseguramos de eliminar cualquier grano de avena con una genética no apta para celíacos, así como cualquier otro grano o semilla de otras especies”.
A su vez, se firmó un acuerdo público-privado entre el INTA, el MDA y Aveno para avanzar en un programa de agricultura regenerativa que promueve la revitalización de los procesos biológicos del suelo y la armonización de la producción agropecuaria con las dinámicas de la naturaleza.
Según detalló Carrasco, “luego de más de 15 años de dedicación, el equipo de mejoramiento vegetal y calidad industrial obtuvo una avena con una genética especial, meticulosa y rigurosamente seleccionada a campo. Además, se realizaron estudios específicos que garantizan su total aptitud para celíacos”.
En cuanto al proceso de producción de este cereal, la investigadora del INTA recalcó el compromiso en la Chacra para Aveno: “Nuestra avena se produce mediante la agricultura regenerativa, como estrategia agrícola que se enfoca en conservar y revitalizar los procesos biológicos del suelo”.