De Chaco a Bahía Blanca y de San Luis a Entre Ríos, en todas las zonas de influencia de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), Flavio Luetto es el hombre que espera a que los productores de los campos argentinos abran sus silobolsas para comenzar con la concientización y promoción de reciclado de ese enorme contenedor plástico que muchas veces queda dando vuelta bajo los rayos del sol. Forma parte, desde el mundo cooperativo, de una evolución que comienzan a enfocarse en ser más amigables con el ambiente.
Flavio afirma que “el campo no es ajeno a toda esa movida” y explica a Bichos de Campo que la inquietud por el reciclado surgió entre los mismos socios de la cooperativa. “Es el propio productor el que ve la basura en el campo y dice ‘Che, ¿que hago con esto?’. Hoy ACA cuentan con una planta industrial de recupero de plásticos -tanto de silobolsas como de bidones- ubicada en Cañada de Gómez, al sur de la provincia de Santa Fe, que tuvo una inversión inicial de 8 millones de dólares”, relata.
El gerente de la planta de recupero nos invita a conocer un poco sobre este universo del reciclaje:
-¿El silobolsa es el banco más caro porque está lleno de soja?
-No solo por eso. El silobolsa es tan valioso que una vez que presta su servicio almacenando granos, el residuo que queda lo retiramos, lo compramos, lo reciclamos y lo volvemos a transformar en un nuevo silo. Por lo tanto lo que define su valor no es solamente la cosecha acumulada adentro, sino las propiedades que el plástico tiene y que se van perdiendo con el paso del tiempo una vez abierto. El silo tiene, por ejemplo, una protección ultravioleta. Esa propiedad se va desgastando a medida que está expuesto al aire. En el caso de los bidones, además del valor del plástico, es la peligrosidad de un residuo que contuvo agroquímicos.
-Los productores le avisan a ACA: “Tengo tanto plástico” ¿Qué hacen ustedes? ¿Hay un sistema de retiro?
-Lo que le pedimos al productor es que lo rescate de la forma más prolija posible. Una vez que abrió el silo que lo enrolle, que lo guarde, que lo almacene. Y no que lo deje tirado en el campo porque con los restos de cereales se pudre, agarra tierra, agua, y todo eso complica el reciclado. No es que no se pueda hacer, pero lo complica. Si el productor hace una extracción limpia después nosotros lo coordinamos vía la cooperativa para que vaya el camión al campo.
-¿Es la cooperativa local la que organiza la logística dle retiro?
-Correcto, es imposible ir productor por productor. Entonces ahí es donde las cooperativas aportan su compromiso, además conocen el terreno así que saben quién es el productor que se llevó un silobolsa, le hablan para decirle “acordate, traelo”, “lo vamos a buscar”.
-¿Qué hacen con todo ese plástico que van juntando?
-Una vez que tenes un volumen crítico en una determinada cooperativa, hablamos de 7 u 8 mil kilos, mandamos el camión. El camión retira, viene a Cañada de Gómez y nosotros en Cañada tenemos un proceso de almacenamiento en la planta industrial.
La cooperativa ACA recuperará desde este año las 6 mil toneladas de plástico que envía al campo
-¿La planta industrial la hizo ACA?
-Sí, la hizo ACA sin ningún tipo de aporte de nadie más. Son todos recursos propios. Lo recalco porque viste que está toda la movida donde todos queremos ser verdes, pero a la hora de poner los recursos…
-Nos quedamos en la calcomanía ¿Y en la fábrica vuelcan el plástico?
-Lo primero que hacemos es almacenar. En ese almacenamiento clasificamos. Hay diferentes presentaciones, hoy están las extractoras que ya enrollan el silo usado. Ese tipo de presentaciones es muy bueno porque imaginate que optimiza el espacio, permite eliminar gran parte del residuo de cosecha. Después se arma un dominó de materia prima. A partir de ahí los responsables técnicos van seleccionando lo que se va procesando cada día. Y ahí si entra una línea completa, continua, donde el producto entra como silo bolsa usado por un lado y sale el pellet, producto terminado, terminado por el otro.
-¿El pellet es el granulado?
-Sí, sería una lentejita, digamos. Tiene más o menos el tamaño y la forma de una lenteja. Es la misma presentación en que viene el plástico virgen, lo único que cambia es que el virgen es incoloro y en el proceso de recuperado prima el gris oscuro, casi negro.
-¿Ustedes le pagan al productor para que se comprometa y le sea redituable ser ecológico y sustentable?
-Exactamente. Primero porque el plástico tiene un valor, y no es justo no reconocerlo. Segundo porque el productor un trabajo tiene que hacer. Tiene que enrollarlo, doblarlo, cortarlo en trozos que sean manejables. Todo ese trabajo hay que reconocérselo al productor. Si el productor no hace eso el silo se queda boyando en el campo, se quema…
-Y al final del proceso, ¿venden el pellet para otras industrias?
-Una parte la reutilizamos en lo que es la planta de silobolsa
-¿O sea que perfectamente yo me pude haber sentado sobre un silo bolsa hecho con algún plástico reciclado de otro silo bolsa?
-Exactamente. Es más, habrás visto los silobolsas verdes en algún momento. Esos son justamente un homenaje al silobolsa reciclado.