Durante el mes de noviembre Brasil exportó algo menos de carne vacuna de lo que venía embarcando en los meses previos debido a la tranquilidad del mercado chino. Sucede que los valores que paga ese destino cayeron drásticamente en los últimos meses y eso complicó a los países del Mercorsur, pero nuestros vecinos- a fuerza de contar con niveles altos de productividad y competitividad cambiaria- siguen logrando niveles muy altos de ventas al extranjero.
Según detalló la analista Maria Julia Aiassa del Rosgan, en el último lote de Noticias del Rosgan, “las exportaciones brasileñas de carne vacuna se han situado en 872,7 millones de dólares, con embarques por 173.783 mil toneladas” solo en noviembre. Eso indica una baja que “estriba en el freno de la demanda china”.
Este año los precios de la carne que importa China pasaron de los 8.500 dólares a los 5.000 dólares de promedio, lo que significa una reducción del 40%.
A pesar de esto Brasil este año logró exportar volúmenes y generar divisas que a cualquier ganadero o industrial argentino les despertaría una sana envidia. “En lo que va del año, Brasil suma ingresos por 12.200 millones dólares y 2,15 millones de toneladas exportadas” indicó Aiassa en el reporte del Rosgan. Esas 2,15 millones de toneladas son más o menos equivalentes a un año total de consumo de carne vacuno en la Argentina. En efecto, el país produce unas 3,10 millones de toneladas anuales, de las que el 75% queda en el mercado doméstico.
“China, con 7.480 millones de dólares, es el principal comprador de la carne de vacuno brasileña”, agregó la analista. Eso significa que el 61% de lo despachado terminó en los puertos del país asiático.
Por otro lado, Estados Unidos se ha convertido en el segundo comprador de carne brasileña, alcanzando un valor de 904,1 millones de dólares. En tanto que Chile es el tercer gran importador de la carne vacuna brasileña con 360,1 millones, pero ha reducido el valor de sus compras en un 29,2% y la cantidad en un 27,5% (71.858 toneladas).
Mientras Brasil no para de llenar containers con carne, en la Argentina rigen un montón de limitaciones que complican el negocio: desde los derechos de exportación, el atraso cambiario, el desdoblamiento en el valor del dólar, los costos burocráticos y administrativos, los cupos por empresas y las restricciones al despacho de determinados cortes.
Todo ese andamiaje de normas para limitar las subas del precio de la carne a nivel interno, pero la crisis económica y el bajo salario se encargaron de evitar aumentos en el alimento de forma mucho más efectiva que las restricciones.