La faena vacuna alcanzó a 1,117 millón de animales en diciembre de acuerdo con datos de los Documentos de Tránsito Electrónicos (DTE) emitidos por el Senasa, lo que representa un incremento del 2% con relación al mes pasado.
En diciembre se destacó un leve incremento en la faena de vaquillonas del 3% respecto de noviembre, lo que implica que la faena mensual de hembras habría sido del orden del 45%.
Sin embargo, ese leve incremento no alcanzó ni por lejos a contrarrestar la tendencia decreciente registrada en 2021, por lo que el acumulado anual es estimado en 13 millones de cabezas versus 14 millones de animales faenados en 2020. Semejante caída es la principal causa que explica la suba de precios de la hacienda aun con la introducción de un “cepo” exportador, lo que muestra el enorme apetito (pasión podríamos decir) de los argentinos en lo que respecta a la carne vacuna.
En efecto, con una baja interanual de la faena del 6% y una inflación minorista superior al 50%, los precios de la hacienda ajustaron al alza en 2021 más de un 70%, al tiempo que los principales cortes consumidos en el mercado interno crecieron en torno a un 60% el año pasado.
La participación de las hembras promedió a lo largo del año un 45%, lo que indica que la ganadería estaría en un punto de equilibrio y que, por lo tanto, no hay liquidación del stock bovino; por el contrario, lo que viene sucediendo en los últimos meses es un proceso de retención de vientres asociado a la búsqueda de un “refugio” contra la creciente depreciación del peso argentino.
Por otra parte, este año, gracias a la buena demanda de China y, tal como ocurrió en los anteriores, las vacas tuvieron un buen nivel de precios y con ese ingreso los criadores tuvieron liquidez suficiente para conservar o aumentar el stock de vientres, algo que en el corto plazo también contribuye a reducir la oferta inmediata de hacienda en el mercado.
Los precios de las vaquillonas preñadas nuevas rondan los 130.000 a 150.000 pesos, lo que indican una suba de cerca entre 80% a 90% respecto de las cotizaciones que tenían un año atrás.
Según analistas consultados por Bichos de Campo, se espera para el fin del verano una importante salida de animales engordados a pasto que, en otras circunstancias, habrían estado disponibles meses antes con terminaciones intensivas a corral. Adicionalmente, las restricciones hídricas presentes en algunas zonas ganaderas podrían acelerar la venta de hacienda para “liberar” campo.