Bichos de Campo pide disculpas a sus lectores porque no pudo cubrir la presentación del presidente Mauricio Macri en una jornada organizada por Coninagro con los distintos candidatos a la Presidencia. No pudimos cubrir esa actividad porque la seguridad presidencial desplegó, como si los cooperativistas fueran tan peligrosos como los veganos, un cerco tan estricto que muchos periodistas y hasta altísimos funcionarios del Ministerio de Agricultura quedamos afuera del salón.
También Carlos Garetto, ex titular de esa entidad cooperativista en la histórica Mesa de Enlace, sufrió el destierro. “Solo salí un minuto para ir al baño”, trataba de explicar un funcionario macrista a un oficial que le cerraba el paso. Imposible. Nosotros por lo menos nos quedamos afuera porque estábamos haciendo otra entrevista cuando arribó el presidente y a su paso todas las puertas comenzaron a cerrarse.
Curiosamente, este Macri aislado y celosamente protegido fue uno de los Macri más abiertos y conciliadores que se pudo escuchar en mucho tiempo. Lo pudieron hacer los que que quedaron dentro, que no fuimos nosotros.
Nosotros ni escuchamos ni vimos nada. Quedamos del lado de afuera, con unos enormes muchachotes de la seguridad cruzados en medio de ese Macri componedor y Bichos de Campo. Justo que hubo una versión que nos gustaba y nos la perdimos. Por suerte existen los videos:
El Macri que visitó la reunión de Coninagro parecía mucho más relajado. Y dijo por ejemplo:
Que la Argentina va a terminar de superar los problemas económicos de la coyuntura y luego “todos estamos obligados a sentarnos” a dialogar, “bajar el dramatismo” y generar los acuerdos que el país necesita de cara al futuro.
Que para llegar a ese objetivo “tiene que haber una maduración” en el debate electoral y dejar de lado “la especulación política y la ventajita”.
Que una vez que “más o menos todos acordemos que vamos a ir en la misma dirección, algunos pensarán que lo harán con herramientas A y otros con herramientas B, pero que la dirección y el compromiso es lo mismo”.
Que esos consensos esenciales tienen que girar fundamentalmente respecto de que “no vamos a suspender y prohibir exportaciones y que no vamos a querer regular todo y aplastar desde el Estado la capacidad de hacer del ciudadano”. Sobre las retenciones, en algún punto, reiteró que no le gustaban y que había que cobrar solo Impuesto a las Ganancias.
“Tenemos que debatir en qué país queremos vivir, bajo qué reglas y bajo qué tipo de convivencia queremos estar en el futuro”, remarcó este Presidente sereno. “Tenemos que ir por un rumbo en el cual lo que nos falta hacer contenga a todos los argentinos de otra manera para que no se le haga tan duro a una parte de la sociedad”, también indicó el candidato, tras afirmar que en su gestión construyó “bases que hoy nos ponen en una situación mejor”, aunque eso -aclaró- “no ha llegado a casa de muchísimos argentinos, y por eso el enojo y la angustia”.
Macri, luego de su derrota aplastante en las elecciones PASO, consideró que todavía es posible hacerlo “sobre todo si aumentan los niveles de diálogo en quienes tenemos responsabilidades”. Y evaluó que solo por ese camino “las cosas van a llegar con mayor velocidad y de forma oportuna”.
La pucha. Un Macri conciliador que buscaba cerrar la grieta en vez de ensancharla como le indicaron sus principales asesores en la política. Y nosotros que no pudimos reconciliarnos, porque quedamos del otro lado de la puerta.