Un juez federal de Brasil ordenó a JBS, la mayor faenadora de carne vacuna del mundo, detener la venta de sus activos en tres países de América del Sur a la empresa Minervam, también de capitales brasileños. Esta operación fue anunciada días atrás y suponía la venta por 300 millones de dólares de todos los frigoríficos que JBS poseía en Uruguay, Paraguay y la Argentina.
Según un cable de la agencia Reuters, el magistrado Ricardo Leite, de un juzgado federal en Brasilia, dijo que el acuerdo para vender las plantas cárnicas de JBS en esos países a su oponente brasileño “podría obstaculizar la investigación de un escándalo de corrupción que involucra a la firma brasileña”. Hace un mes, la empresa líder en el mercado global de carnes había reconocido que pagó coimas a más de 1.800 funcionarios y legisladores de su país. Incluso denunció al presidente Michel Temer de dar cobertura a esas maniobras.
JBS acordó semanas atrás la venta de sus unidades en los países sudamericanos incluyendo el frigorífico Swift de Rosario y otras plantas en la Argentina que están cerradas. En busca de efectivo que le permita enfrentar las pérdidas provocadas por este escándalo, ayer anunció además un plan de desinversión de US$ 1.800 millones, principalmente por la venta de una compañía de engorde de vacunos en los Estados Unidos, con el que busca recortar su deuda.