Cuando se habla de los derechos de exportación la referencia mental obligada desde el lado de la producción es un recorte brutal de los precios agrícolas. Pero existe otro mirada más triste y siniestra del fenómeno que, como no es fácil de cuantificar, no suele ser tenida en cuenta,
Este viernes los grupos CREA de la región Sudoeste presentaron en una jornada en formato virtual la información técnica generada en la última campaña relativa a granos gruesos para poder comenzar a construir decisiones agronómicas en 2024/25.
La región CREA Sudoeste implementó una línea de trabajo orientada a cuantificar las brechas de rendimientos existentes entre el manejo actual del productor versus otro en el cual el uso de insumos no es una limitante.
En la zona de Olavarría, si bien los rendimientos promedio de soja fueron destacados en 2023/24, el experimento sobre “brechas de rendimiento” mostró que el “techo” productivo tiene un gran margen al introducir mejoras en fertilizaciones asociadas a un rediseño de la densidad con uso de genética apropiada.
También se registraron brechas por cubrir –aunque en menor proporción– en las localidades de Pigüé y La Colina, donde el potencial ambiental tiene más restricciones.
El problema es que ese potencial “dormido” no se expresa porque el diseño del cultivo se hace ajustando los costos a los precios esperados, los cuales, considerando el contrato Soja Rosario Mayo 2025, se encuentran en 282 u$s/tonelada, mientras que sin el derecho de exportación del 33% ese precio sería al menos 100 u$s/tonelada superior.
Esa “brecha de precio” –causada por una extracción bestial realizada por el Estado nacional– hace que los productores tengan que ser “pijoteros” al momento de invertir, lo que repercute en los rendimientos logrados y, en última instancia, en la generación de riqueza a nivel tanto regional como nacional.
Un “precio lleno” de la soja, como el que reciben los productores del resto de los países del Mercosur, permitiría llevar el potencial del cultivo a los “techos” para promover un “efecto” derrame en todos los demás integrantes de la cadena agropecuaria.
Las retenciones son particularmente nocivas para el interior productivo.Hay una salvaje transferencia de recursos hacia el gobierno central,sin que vuelva absolutamente nada de la riqueza que se genera.El atraso en infraestructura resulta patético.No es solo una cuestión agronómica las consecuencias de las retenciones.El mayor problema,es social
Ojalá los K nunca hubieran implementado las retenciones que todavía nos afectan.