¿Por qué Sudamérica es una fábrica constante de grandes jugadores de fútbol? La respuesta parece obvia: se trata de un deporte que es jugado por la mayor parte de la población desde los primeros años de vida y que, por lo tanto, no resulta difícil detectar a los más diestros respecto de los “patadura”.
Sin embargo, Martín Rossi, doctor en Economía y vicerrector de la Universidad de San Andrés, junto a Christian Ruzzier, doctor en Economía por la Toulouse School of Economics y profesor de la misma casa de estudios, se preguntaron si podían agregar una variable más que contribuyera a explicar ese fenómeno.
Y se plantearon la siguiente hipótesis: la combinación de carne relativamente barata para los sectores bajos y medios-bajos de la población resulta clave para que los niños puedan adquirir destrezas futbolísticas, un juego que, además de velocidad y resistencia, requiere mucha “cabeza” para poder anticipar los movimientos tanto de rivales como de integrantes del propio equipo en un campo de juego por demás extenso.
Así se propusieron examinar el efecto del consumo de carne en la destreza futbolística en un marco de la siguiente ecuación:
Para cuantificar la variable destreza futbolística se consideró el número de jugadores nacidos en un país que fueron nominados al “Balón de Oro” en el período 2016 a 2019, mientras que para el consumo de carne per cápita se relevó el indicador correspondiente al año 2000. El resto de los componentes de la ecuación son la población total, ingreso per cápita e interés por el fútbol de cada país.
La ecuación mostró una correlación positiva sólida entre el consumo de carne y el talento futbolístico. Al evaluar la historia personal de los jugadores más destacados a nivel global, los autores encontraron que una fracción desproporcionadamente elevada de los mismos proviene de hogares que, si bien tienen un bajo nivel socioeconómico, se encuentran en países con un alto consumo de proteínas cárnicas.
El trabajo, cuyo título es “Making a Maradona: meat consumption and soccer prowess” (Hacer un Maradona: consumo de carne y destreza futbolística), sostiene que criarse en un país donde la carne es relativamente barata implica que, aunque se críen en familias pobres, las personas tendrán de todas maneras un fácil acceso a una dieta de alta calidad que es crucial para el desarrollo del cerebro en general y de las habilidades cognitivas necesarias para sobresalir en el fútbol.
MakingaMaradona