Encontramos algo que funciona bien: la exportación de productos lácteos. No hay que decirlo muy fuerte. No vaya a ser que a algún funcionario “progre” se le ocurra meter mano para que la política se transforme en “retrógada”.
Es que si algo hicieron las intervenciones oficiales en los mercados de productos agropecuarios fue limitar el crecimiento productivo cuando -incluso a pesar de las dificultades de la macro-, el mundo da oportunidades a la Argentina y el sector intenta aprovecharlas.
Ejemplo de esto es lo que pasa con la carne vacuna. A pesar del retraso cambiario y de los derechos de exportación se podrían exportar 1 millón de toneladas, cuando el gobierno pretende que ese volumen no supere las 700.000 toneladas para garantizar un consumo de 50 kilos por habitante al año y así mantener los precios a raya.
En el caso del sector lechero, sobre el que ahora los empresarios dicen se blande la amenaza de una intervención, “las exportaciones de los productos lácteos crecieron en valor en 2021 un 17,1%, originados por una suba en los precios del 12,3% y 4,4% en cantidades”, según indicó un informe del OCLA.
El incremento exportador tiene que ver con la firme demanda mundial (que se refleja en los precios de la leche en polvo más altos en mucho tiempo) y con los acuerdos logrados hasta ahora entre los funcionarios y las industrias lácteas para que el canal exportador fluya, a pesar de las dificultades de competitividad que tiene la macroeconomía local.
El año pasado 7 de cada 10 dólares que entraron al país fueran provisto por el sector agroindustrial. La participación del rubro lácteo es baja respecto de lo que aportan los complejos agrícolas: “La participación de las exportaciones lácteas sobre el total ascendió al 1,5% cuando en 2020 fue de 1,8%. Esta menor participación como puede observarse en el párrafo anterior no es producto de menores exportaciones, sino del crecimiento del resto”. En total se exportaron lácteos por 2.800 millones de litros de leche equivalentes. Se trata del 25% o menos de la producción total.
Esa fluídez de las exportaciones permitió canalizar el crecimiento productivo que en materia lechera fue el año pasado del 4%, pues se llegó a los 11.500 millones de litros. Eso permitió sostener el consumo interno en 8.500 millones de litros o su equivalente de 186 litros por habitante al año, pero además que se exporten 2.800 millones de litros.
No hay que intervenir en el mercado de Exportaciones,. Solo hay que administrarlo, desdoblando precios y volúmenes, tanto para el M.I. como el M.E. generando un FIDEICOMISO Administrado por los Privados, con la participación del Estado Nacional.-
Con dicho mecanismo se compatibilizan los intereses de los Productores, Industriales y/o Procesadores, Consumidores en consonancia con las Políticas Económicas del Estado Nacional.-
Dicha implementación generará un Círculo Pro Activo a Producir más, con lo que traerá efectos multiplicadores en todos los ámbitos.-
La fundamentación de dicho mecanismo la tuvimos por los Estudios que pagamos a CEUR y CEPAL pagados por varias Organizaciones Gremiales de Productores de Leche