Soñar no cuesta nada. Tampoco proponer y discutir. Mejor dicho, eso es lo que se espera de los diputados y senadores. Soñaron los productores de ovinos tener un programa de fomento a la actividad y así fue que lograron que el Congreso sancionara la Ley 25.422 para la Recuperación de la Ganadería Ovina. Fue sancionada el 4 de Abril de 2001 y debió prorrogarse diez años más tarde. Ahora vuelve a tener fecha de vencimiento, en abril del año que viene.
Gustavo Menna, que es diputado radical de Chubut, que es a su vez la principal provincia lanera de este país, acaba de presentar un proyecto de ley para otorgar una nueva prórroga de ese instrumento de política agropecuaria, para llevar su vigencia por lo menos hasta el 5 de abril de 2031.
Pero no solo eso: Menna quiere llevar el presupuesto anual contemplado en esa ley (y que oscila en 100 millones de pesos devaluados) a unos 1.500 millones de pesos.
A tono con el gobierno local, el legislador también quiere terminar con cierta discriminación en la distribución de los fondos disponibles entre las provincias ovejeras, incorporando el concepto de que los fondos sean repartidos según el stock de ovinos de cada provincia. Allí, con más de 4 millones de cabezas, Chubut saldría ganado.
La Ley Ovina, según versa, está “destinada a lograr la adecuación y modernización de los sistemas productivos ovinos que permita la sostenibilidad a través del tiempo y consecuentemente, permita mantener las fuentes de trabajo y la radicación rural”.
Aquí puede leer el proyecto del diputado radical: