La faena de bovinos se recuperó fuerte en julio pasado, según el anticipo que publica Senasa (el servicio sanitario nacional) en base a los movimientos de ganado hacia los frigoríficos. El mes pasado se faenaron por primera vez en el año más de 1,2 millones de vacunos, por lo que el acumulado para los siete primeros meses llegó a 7.860.828 cabezas. Pese a la recuperación circunstancial de la actividad, la faena sigue siendo más de 9% inferior a la de 2023, ya que en el mismo lapso se habían procesado 8.686.862 cabezas.
En julio la faena exactamente fue de 1.217.005 animales. Un mes antes había sido de solo de 1.068.230, por lo que de un mes a otro la actividad absorbió 150 mil cabezas más y se incrementó más del 10%. Esto significó que se volcó mayor cantidad de carne tanto al mercado interno como a la exportación.
Más allá de esta recuperación, que habrá que esperar se confirme en agosto, en julio de 2023 la faena era todavía mayor, de 1.29 millones de cabezas. A lo largo del año pasado, en coincidencia con una intensa sequía que obligó a muchos productores a “vaciar” sus campos, la faena totalizó el récord de casi 14,6 millones de cabezas.
En el acumulado de este año, la categoría más faenada han sido las vaquillonas, con 1,95 millones de cabezas (24,85 del total); seguida por los novillos con 1,93 millones (24,6%); los novillitos con 1.75 millones (22,3%); las vacas con 1,75 millones (22,3%). Luego marginalmente aportan el resto de las categorías bovinas.