Ni competir en elecciones ni integrarse a una entidad que sienten que no los está representando. Lo cierto es que una porción importante de dirigentes que pertenecían a la Federación Agraria Argentina (FAA) sigue sin encontrar su lugar en esa entidad y le cuestionan al presidente, Carlos Achetoni, seguir siendo “furgón de cola” tanto dentro de la Mesa de Enlace como en el más recientemente creado Consejo Agroindustrial Argentino (CAA).
Los díscolos de la FAA, agrupados en un espacio llamado “Bases Federadas”, publicaron un comunicado recordando que un año atrás se celebraba la primera asamblea de ese sector, ante la imposibilidad que existía en 2019 para competir en elecciones “transparentes”, según su punto de vista.
Este año tampoco hubo compulsa por ahora. Como sucedió con la Sociedad Rural, que iba a votar el pasado jueves y debió suspender su asamblea por la eternización de la cuarentena, en la Federación Agraria debía haber elecciones comárcales en julio, que fueron suspendidas. Y lo mismo sucedió con el Congreso anual, que debería haberse realizado en Rosario esta misma semana.
El mendocino Achetoni, por lo tanto, continúa al mando. Y esto mantiene inquietos a los disidentes de Bases Federadas, que a un año de su primera (y única) asamblea siguen fustigando el posicionamiento de la agrupación nacida del Grito de Alcorta, la rebelión chacarera de 1912.
“En el transcurso de este año, esa conducción, en su acción gremial, no hizo más que ratificar los pasos que seguía, privilegiando ser el furgón de cola de una expresión extemporánea del gremialismo agrario (por la Mesa de Enlace, claro) o de incorporase a nuevos consejos (por el Consejo Agroindustrial) sin reservarse ningún derecho, en lugar de asumir los intereses de los miles de chacareros que pueblan nuestra Nación”, marcaron los disidentes.
Por el contrario, esta agrupación disidente y con base en distintas filiales de la Provincia de Buenos Aires, indicó que “seguimos reivindicando las necesidades de políticas diferenciadas pero la conducción -ahora perpetuada de hecho-, insiste en estar cada día más lejos de los agricultores, haciendo gremialismo virtual y sostenida económicamente y filosóficamente por quienes se sirven de sus expresiones cada vez más políticas y menos agrarias”.
Los opositores le recriminaron a Achetoni que a lo largo de este singular año no haya dado “ni un solo paso en pos de la unidad de nuestra entidad pese a las reiteradas propuestas de muchísimos dirigentes”. Por el contrario, denunciaron que “la respuesta fue la persecución, la calumnia y la exclusión” de dirigentes.
“El camino que ha optado esa conducción es el de la división de los federados ejerciendo una política maniquea inédita en nuestra entidad”, se quejaron.
Para los integrantes de Bases Federadas, esta fragmentación “debilita a los federados y una muestra cabal de eso es la falta de implementación de la segmentación de retenciones que tanto costara obtener en el Congreso y que aun no se ha cumplido, poniendo en mayor flaqueza a los productores cuanto más pequeños son”.
Frente a la postergación de las elecciones, la oposición a Achetoni aconsejó: “Estamos a tempo. Cuando las prorrogadas autoridades federadas se decidan a desandar ese camino de debilitamiento y mutacionismo de nuestra propia identidad en pos de consolidar a la FAA y al Complejo Federado, aquí nos encontrará: trabajando, gestionando, reclamando, proponiendo, construyendo el camino de las reivindicaciones de los genuinos productores con un gremio unido y lo suficientemente fuerte como para hacer oír la propia voz de los chacareros”.