Tres industrias oleaginosas brasileñas –CJ Selecta, Caramuru e Imcopa–, que comercializan harina de soja certificada por la ONG holandesa ProTerra, ahora aceptaron, en el marco de un acuerdo con la filial brasileña de la ONG global ambientalista WWW, ofrecer el producto proveniente de zonas libres de deforestación.
Así lo asegura un comunicado de ProTerra Foundation, el cual indica que se estableció agosto de 2020 como fecha límite para determinar el origen de la soja adquirida, de manera tal que el poroto no podrá provenir de tierras deforestadas después de esa fecha.
Los compradores de harina de soja certificada por ProTerra son compañías salmoneras escandinavas, las cuales suelen ser muy exigentes con criterios ambientales. El valor de la harina de soja certificada, obviamente, es superior al del producto convencional.
“Junto con el estándar de sostenibilidad ProTerra y WWF Brasil, los proveedores de soja acordaron un sólido sistema de monitoreo, reporte y verificación (MRV) para implementar y hacer cumplir su compromiso con la deforestación cero”, indica el comunicado difundido por ProTerra.
El estándar de certificación ProTerra se basa en cuatro criterios básicos: fomentar buenas prácticas agrícolas; garantizar la oferta de ingredientes No-OGM (libre de transgénicos) producidos sosteniblemente y con trazabilidad completa; proteger el ambiente; y estimular que trabajadores rurales y comunidades sean tratados con dignidad y respeto. Esos cuatro criterios se desglosan en diez principios por cumplimentar.
Si se analiza el estándar ProTerra, el nuevo compromiso asumido por las tres industrias oleaginosas brasileñas en realidad constituye una suerte de flexibilización, dado que el punto 4.1.1 del estándar establece que para obtener la certificación es indispensable adquirir granos de áreas con vegetación nativa que no pueden haber sido desmontadas o convertidas en áreas agrícolas después de 2008, mientras que el comunicado hace referencia a que ese plazo fue extendido hasta agosto de 2020.
CJ Selecta e Imcopa integra, junto a otras industrias, la Associação Brasileira das Indústrias de Óleos Vegetais (Abiove), que es el equivalente a la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) en la Argentina. Además de harina de soja certificada y segregada libre de OGM, comercializan tambien el producto convencional.