Los principales dirigentes de la Mesa de Enlace se mostraron aliviados tras el resultado electoral del domingo, que mostró una fuerte derrota del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. De inmediato, reclamaron que se reabran las exportaciones de carne vacuna.
Muchos piensan que el gobierno que eligió nuevamente como “enemigo” a los productores agropecuarios, por el contrario, será todavía más duro en los próximos meses. Por eso, el ruralismo muestra ahora un renovado optimismo de cara las posibles protestas de productores, que pondrán el eje en el cierre de exportaciones de carne vacuna pero que, en realidad, dan cuenta del rechazo sectorial a una cantidad mucho mayor de políticas.
Jorge Chemes, el presidente de CRA, afirmó que el resultado de ayer “nos da otro horizonte para trabajar, aunque esto recién comienza. Hay que realizar un trabajo de concientización de lo que se debe llevar adelante en un país en materia agropecuaria”, agregó. En ese sentido, destacó que “hay que dejar de ver al sector como fuente de financiación del gasto y desarrollar un programa de políticas que apunte a su desarrollo”.
Con respecto a las posibilidades de una protesta agropecuaria, señaló que este mismo martes la Mesa de Enlace se reunirá con la Mesa de las Carnes (que incluye a otras entidades de la cadena ganadera, como los frigoríficos y los consignatarios), donde se analizarán los pasos a seguir. “Es necesario moverse con mucha inteligencia”, afirmó Chemes.
El titular de CRA también dijo que teme que el gobierno radicalice su postura contra el sector: “Van a poner énfasis en la faz recaudatoria para poder revertir sus errores y la mala imagen que la sociedad tiene de ellos y no me extrañaría que esos recursos los busque en el sector agropecuario, donde tiene menos posibilidades de conseguir votos”.
Con respecto a estas cuestiones, Elvio Laucirica, el titular de Coninagro, afirmó que ahora espera que “la política toda haya capitalizado el mensaje de las urnas y que, por el bien del país, el gobierno no comenta el error de radicalizar su postura en contra del campo”.
El cooperativista añadió que “estamos analizando un conjunto de acciones a tomar, que contemplen no solo los perjuicios ocasionados a los productores sino al conjunto de la cadena ganadera y de la sociedad. Pero tenemos que ser inteligentes en las medidas”, insistió.
Laucirica destacó que por el cierre de exportaciones de carne vacuna “se perdieron divisas por más de 1.000 millones de dólares, que equivalen al presupuesto anual de 4 universidades públicas”. Por eso, aclaró´que las intenciones de protestar contra las políticas agropecuarias “siguen vigentes”.
“El resultado de las elecciones genera satisfacción pero no cambian el ánimo de los productores, porque las exportaciones siguen cerradas”, explicó.
También opinó el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino. Dijo que “el gobierno nacional no solo tiene que escuchar los resultados de las elecciones sino también actuar en consecuencia y por eso, una media acertada sería que liberen inmediatamente la cuotificación para exportar carne que está impidiendo generar 8 millones de dólares diarios. Después, trabajar en bajar la inflación y generar confianza para que los productores podamos invertir para tener más producción en nuestro país”, añadió.
El dirigente comparó la situación actual con la de 2008: “Lo que vivimos en los últimos meses se asemejó a una ‘resolución 125 silenciosa’, donde desde el campo les veníamos diciendo al gobierno que iba por el camino equivocado interviniendo los mercados y generando cambios continuos que alteraban el normal funcionamiento y nos sacaba previsibilidad en nuestra actividad”.
Pino puso énfasis en el actual cierre de las exportaciones de carne vacuna. “Impedir exportar es una medida basada en la ideología y no en la razón. Enviar un producto a otros mercados no hace subir el precio en los carnicerías y supermercados, sino por el contrario genera riqueza para todos en vez de limitar el desarrollo económico en el interior productivo y dólares frescos para contener los desequilibrios de la macroeconomía”.