La brecha de precios entre origen y destino de los productos agropecuarios subió 11,4% en julio, respecto de la medición del mes anterior. El dato, relevado de modo permanente por el área de Economías regionales de la CAME, cobra relevancia esta vez porque muestra los primeros impactos de la corrección del tipo de cambio de las últimas semanas en la estructura de precios de las diversas cadenas agrícolas.
Según el monitoreo de la CAME, el mes pasado en promedio el consumidor pagó en góndola 5,9 veces más de lo que recibió el productor en la puerta de su campo. Para los productos agrícolas, la brecha creció 13,4%, ubicándose en 6,35 veces. En ganadería suele suceder que las diferencias entre una y otra punta son menores. En rigor, el IPOD ganadero, bajó 0,3%, ubicándose en 3,98 veces, manteniéndose desde hace tres meses en valores relativamente similares.
En promedio, la participación del productor en los precios finales de los productos relevados descendió a 21,2%, uno de los más bajos desde que se realiza esta medición.
El Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) se realiza en base a precios diarios online de los principales supermercados del país, más de 500 verdulerías y mercados, y precios de origen de las principales zonas productoras que releva un equipo de 35 encuestadores.
Los productos con mayores brechas en julio fueron: la pera, donde el precio se multiplicó por 11,7 veces desde que salió del campo del productor; la naranja, con una multiplicación de 11 veces, similar a la de junio; la zanahoria (11 veces), el limón (9,6 veces) y la mandarina (8,9 veces).
En cambio, en otros productos como la frutilla el consumidor pagó apenas 2,97 veces más de lo que recibió el productor; en el huevo, 2,38; en la carne de pollo, 2,44 y en el repollo, 2,63 veces. En este último se registró una suba de 23,5% en los precios al productor en La Plata y el conurbano bonaerense, lo que incidió en una caída de la brecha.
Con la significativa ampliación de la brecha en julio, la participación promedio del productor en el precio final del producto bajó 13,8%, explicando sólo el 21,2% de los precios, uno de los valores más bajos desde que se comenzó con la medición. “La situación del productor es delicada porque a la pérdida de participación en julio se le sumaron incrementos en los precios de los combustibles y de los insumos generales”, indicó CAME.