Después de que China, un gran productor y consumidor de trigo a nivel mundial, aprobara a mediados de mayo el uso de una variedad de trigo editado genéticamente resistente a enfermedades, Australia parece haber resuelto el dilema sobre cual es el camino para aplicar biotecnología sobre ese cereal estratégico. Por eso se embarcó en un ensayo que busca obtener una variedad que tendría mejores rindes.
Según dio cuenta el medio Food Navigator, el semillero australiano InterGrain, que es propiedad mayoritaria del gobierno de Australia Occidental, junto con la Grains Research and Development Corporation (GRDC), importó semillas de trigo de Inari, una firma de tecnología agrícola de Estados Unidos que utiliza inteligencia artificial para mapear posibles modificaciones genéticas en el ADN de las semillas usando la herramienta CRISPR-Cas, la llamada edición génica.
Dos mapas para entender la impresionante suba que siguen registrando las cotizaciones del trigo
La CRISPR es una tecnología que funciona como una “tijera molecular”, que permita actuar sobre los genes de una planta sin necesidad de adicionar genes de otras especies, lo que derivaría en una transgénesis. Es decir que se trata de un trigo editado, pero no transgénico.
Ese sí es el caso, en canmbio, del trigo HB4 en Argentina, el primer trigo transgénico del mundo ya que incorporó líneas genéticas del girasol. Hasta ahora, los países trigueros, especialmente Australia, habían rechazado la transgénesis en ese cultivo de consumo humano directo, por temor al rechazo justamente de los consumidores.
Si bien en Australia ya hay cultivos editados genéticamente que están disponibles, la mayoría posee mejoras en cuanto a cuestiones nutricionales o de resistencia a enfermedades. Por el contrario, lo que se busca en este caso es aumentar la producción y mejorar la rentabilidad agrícola.
De acuerdo a lo informado, las semillas de Inari se está utilizando en pruebas de invernadero y el objetivo es obtener las suficientes para plantar luego 45 sitios de pruebas adicionales en todo el país, durante la campaña del próximo año.
Alerta: Nuevas tormentas intensas en Rio Grande do Sul ponen en riesgo la campaña de trigo en Brasil
“Nuestro trabajo es determinar qué combinación de genes da los mejores resultados. Nuestro objetivo es mejorar el rendimiento al menos un 10%. Estas semillas tienen el potencial de lograrlo”, dijo a la agencia Reuters el director ejecutivo de InterGrain, Tress Walmsley.
Por su parte, el CEO de Inari, Ponsi Trivisvavet, indicó: “Queremos resolver la seguridad alimentaria, el cambio climático y la rentabilidad agrícola al mismo tiempo. Potencialmente podríamos estar buscando tener productos en el mercado alrededor de 2028″.