Las lluvias que se dieron este año mejoraron notablemente la disponibilidad de agua en el perfil del suelo agrícola. Como en cualquier cultivo, ese recurso es muy necesario para la siembra de trigo y por eso se incrementaron las intenciones de implantación del cereal para la campaña 2025/26. De todos modos, las cuentas no dan nada bien. El escenario económico está muy complicado y los precios a cosecha no ayudarían a obtener buenos márgenes.
El analista Sebastián Salvaro explicó, en este contexto, que “a pesar de los precios no gustan deberíamos construir precios promedio de venta y mirar con cariño los 200 dólares por tonelada” que vale el trigo.
“El año pasado a esta misma época el trigo valía 30 o 40 dólares más. Ese es el margen que hoy no se tiene”, recordó.
La baja de los precios internacionales tiene que ver con los altos stocks mundiales del producto, y que facilitan el abastecimiento de los importadores, pero en el mercado local pesan además los derechos de exportación (que siguen en 9,5%) y los altos costos en dólares.
El especialista dijo que con los precios y costos actuales, no queda margen para una variación del 10% en los rindes estimados y potenciales en cada zona. Ese escenario, de todos modos, “es perfectamente posible” ya que se trata de una actividad a cielo abierto donde todos los días el clima hace sus jugadas, advirtió Salvaro.
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El especialista habló además de los “factores micro de la Argentina, que tienen que ver con el desacople de precios” causado por los derechos de exportación y una inflación de costos en dólares elevada, debido a la política cambiaria del gobierno.
“El tercer elemento en esto son los alquileres, que siguen altos. No sabemos por qué, la respuesta debería ser más bien sociológica. Muy probablemente nadie quiera quedarse sin campos y sin escala, lo que es necesario para bajar costos”, evaluó.
El profesional, como sea, consideró que para el trigo se está armando una tormenta casi perfecta, y por ahora lo único que juega a favor es el clima que ayudaría a obtener rindes muy altos. Si las empresas no tienen urgencias de ventas a cosecha, quizás puedan capturar mejores valores difiriendo la comercialización del cereal, pero históricamente el trigo se uso como caja para hacer de puente económico hasta la llegada de la cosecha de maíz y soja.
Gracias al clima el área de cobertura sería elevada. Según Salvaro, se podrían cosecha entre 21 y 23 millones de toneladas de trigo.
Con respecto al margen del cultivo, indicó: “Si proyectamos un precio a cosecha de 200 dólares y un doble cultivo trigo/soja en campo alquilado, el margen es de 18 a 25 dólares por hectárea. Básicamente es lo mismo que nada, no da lugar a margen de error y el clima puede hacer de las suyas”, advirtió.
En ese contexto la continuidad de la baja del 12% el 9,5% en los derechos de exportación, que los políticos venden como una medida a favor del campo sigue provocando un daño enorme para agricultores que deben enterrar un montón de dinero para intentar salir al menos empatados.