Por su importancia en materia de producción de granos (en especial trigo o girasol), la invasión del ejército de Rusia a Ucrania es leída en primera instancia desde su impacto en el mercado de commodities agrícolas. Pero son varios los rubros productivos -y en especial dos, carnes y frutas- que podrían verse afectados si se extiende la escalada bélica en esa región del mundo, que en principio podría interrumpir los flujos de comercio habituales no solo hacia el país invadido sino también hacia la nación invasora.
Los analistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) acaban de publicar un informe que resume todos los sectores que podrían verse alterados por esta guerra. “La economía argentina no resulta indemne”, es la primera conclusión.
En principio, el documento pregunta cuál es la relación comercial bilateral de Argentina con los países implicados. En el caso de Rusia, es usual que la Argentina mantenga un superávit comercial basado en productos de origen agropecuario. El último año normal del comercio fue 2019, pues en 2020 comenzó la pandemia y en 2021 el superávit habitual se redujo mucho “por la importante importación de vacunas desde ese origen”, por un monto total de 223 millones de dólares, lo que representó el 34% de las importaciones de Argentina desde ese país.
En 2019, Argentina tuvo un superávit comercial con Rusia cercano a los 359 millones de dólares, con exportaciones que rondaron los 652 millones.
De allí, los granos eran lo menos importante. La Argentina realizó ventas a Rusia por cerca de 190 millones de dólares de productos de los complejos cárnicos, principalmente carnes y menudencias por 68 millones, además de unos 45 millones en carne congelada. A su vez, se exportaron cerca de 125 millones de dólares de los complejos frutícolas de nuestro país. Tanto peras y manzanas como cítricos, sobre todo limón. El complejo manisero también realizó buenos negocios con los rusos.
“La relación bilateral con Ucrania es mucho más limitada que con Rusia, registrando un superávit comercial cercano a los 30 millones de dólares en 2019. Argentina realizó importaciones por cerca de 6 millones de dólares, principalmente focalizado en productos del sector electrónico. Por el lado de las exportaciones, se imponen también los productos de los complejos agroindustriales, que representan cerca del 60% de nuestras exportaciones, con importante participación del sector frutícola”, añadió el informe de la BCR.
Lo más graves es que la campaña de exportación de peras y manzanas está iniciándose por estos días desde el puerto de San Antonio Este. En el caso de los cítricos, la campaña comercial comienza entre abril y mayo.
Por el lado de las importaciones de Rusia, otro capítulo de interés para el agro es el de los fertilizantes, aunque el principal producto comprado desde allá es el petróleo y sus derivados, lo cual podría impactar también en el mercado local de gasoil. Aproximadamente el 50% de las importaciones desde el país del norte fueron de petróleo refinado en 2019, por una cifra cercana a los 155 millones de dólares.
Un rubro crítico y que ya venía sufriendo un fuerte encarecimiento es el de los nutrientes minerales para los cultivos. Apunta la Bolsa rosarina que “un 35% de las importaciones estuvieron compuestos por fertilizantes y otros productos de la industria química, por unos 100 millones de dólares”.
En materia agrícola, “Ucrania y Rusia son competidores directos de nuestro país en varios de los productos de los complejos cerealeros y oleaginosos que exportamos” desde Argentina, apunta la Bolsa. En este rubro, lejos de apostar por un beneficio o un perjuicio para el país, los analistas prefieren hablar de “una gran volatilidad por la incertidumbre que el conflicto genera en torno a la fluidez en las cadenas de suministro”.
Por ahora, este jueves los precios de la soja llegaron a tocar máximos desde 2012 en Chicago, mientras los futuros de trigo se hallan en zonas de máximos en 9 años en el mercado de Chicago, y el maíz en su pico máximo en algo más de 9 meses.