Lo primero que dice Tiziana es que, afortunadamente, el fuego no le llegó… aunque en dos oportunidades estuvo muy cerca. “De todos modos la sequía tan prolongada, combinada con las altas temperaturas, hizo que fuera un verano en estado de alerta permanente, con las aguadas naturales todas secas, necesidad de bombeos no habituales e impacto negativo en la producción”, detalla. “Esto tendrá consecuencias en el invierno si no se revierte la situación y las condiciones se den para que crezca el pasto y la hacienda tome algo de condición corporal”.
Tiziana Prada es ingeniera en Producción Agropecuaria y presidenta de la Asociación Braford Argentina; también dueña -junto a su esposo- de la cabaña El Chañar.
Comenzó con la cría de Braford en 2001 cuando buscaba una raza que se adaptara bien al norte entrerriano, de buen carácter (mansedumbre), alta calidad carnicera y buenas características productivas. En 2003 mudaron parte del plantel de animales a Colonia Carlos Pellegrini, Corrientes, en pleno corazón de los famosos Esteros del Iberá. En 2014 se mudaron completamente.
“Fue una gran aventura ir a conocer ese lugar que pensábamos como inhóspito o como difícil para la producción ganadera… pero cuando llegamos nos dimos cuenta de que era nuestro lugar en el mundo”.
Su negocio consiste en la comercialización de reproductores, embriones, semen y terneros de invernada. La cabaña ha obtenido Grandes Campeones Hembra y Macho en Palermo, que a su vez fueron Grandes Campeones del Mundo, Reservados de Gran Campeón Hembra y 3er Mejor también en Palermo. También campeones en la Nacional Braford y en el circuito de Expos de la raza, ganaron Grandes Campeones y Reservados en Colombia con embriones del Chañar, y en Uruguay.
“Desde que arrancamos con Cabaña El Chañar buscamos siempre un mismo tipo de animal, priorizando su funcionalidad, calidad carnicera y adaptación al medio”, dice Tiziana. “Nuestros clientes son productores comerciales que buscan reproductores de buena calidad genética, con respaldo y a su vez bien rústicos, también cabañeros que buscan algún producto elite y ganaderos extranjeros. Por eso considero que el mayor desafío es seguir superándonos, marcando una mejora genética continua que pueda trasladarse a los clientes, logrando mayor productividad en sus rodeos con los mismos recursos, de una forma sustentable y responsable con el ambiente y sociedad. También poder seguir compitiendo a primer nivel en las pistas de Argentina y el mundo”.
Además del negocio ganadero, la empresa se interesa en el ambiente: son parte del programa de la Red de Refugios Privados de Fundación Vida Silvestre Argentina y pertenecen también a la Red Argentina de Reservas Naturales Privadas: “La Red es la primera iniciativa en el país que integra reservas privadas y organizaciones ambientalistas comprometidas con la conservación de los valores naturales y culturales en tierras de propiedad privada”, explica Tiziana.
“La superficie del campo es de 4000 hectáreas y estamos convencidos que debemos producir conservando; San Antonio es un lugar magnífico, tiene una gran biodiversidad y sentimos la responsabilidad de mantenerlo así y mejorarlo en todo lo posible”.
Tiziana cuenta que el proceso de creación de la reserva fue simple: se contactó con Vida Silvestre y, al poco tiempo, técnicos de la Fundación hicieron un relevamiento del establecimiento y lo consideraron apto para reserva. “Cumplimos los requisitos y a partir del 2008 formamos parte de los Refugios y luego en 2014 nos sumamos a la Red, de la cual somos socios fundadores”.
En la Reserva la familia realiza actividades de turismo rural, ofreciendo cabalgatas que complementan la estadía de los turistas en el pueblo de Pellegrini y que suman la experiencia de conocer los Esteros a caballo y conocer la cultura tan rica del gaucho correntino.
“Desde 2008 a la fecha se puede observar la recuperación de varias especies de aves y mamíferos que ya no se veían en el campo cuando comenzamos a trabajarlo en 2003 y también se recuperaron algunos ambientes”, describe.
“Te hace sentir bien esto como productor y `guardián de la naturaleza`: producir genética de alto valor que pueda sumar a la eficiencia de la ganadería en este medio ambiente tan rico y diverso, pero tan frágil y duro a la vez, por sus rigurosidad climáticas, forrajeras y logísticas. Todos en la familia estuvimos de acuerdo en dar este gran paso; además, en estas zonas el ganadero es y debe ser sustentable para perpetuarse en el tiempo”.
-¿Cree que también en el sector agropecuario hay más conciencia ambiental?
-Hay mayor conciencia que hace unos años y es necesario por el ambiente, además de un tema de exigencia de mercado y eficiencia productiva. En Argentina la mayoría de los sistemas ganaderos son sustentables, solo que no lo sabemos comunicar…
-¿Siente que tienen mala fama?
-Así es: nos ven como uno de los sectores responsables del cambio climático y no es así. La mayoría de los sistemas agropastoriles capturan carbono y tienen balance neutro o negativo. O sea que en lugar de contribuir en la emisión de gases de efecto invernadero, secuestran más carbono de la atmósfera del que liberan. Por lo tanto, tienen un impacto positivo sobre el medio ambiente y contribuyen a mitigar el cambio climático.
Fotos cortesía: @santiago_arias_photography