Tal como se anunciaba, el ministro de Economía, Sergio Massa, confirmó que habrá una mejora artificial del tipo de cambio para los exportadores de ciertas economías regionales, que podrán cobrar hasta 300 pesos por cada dólar liquidado ante el Banco Central por un lapso de casi cinco meses, entre el lunes próximo y el 31 de agosto. Pero el anuncio quedó solo en una confirmación del anuncio, pues Massa no pudo precisar qué sectores se verán involucrados en esta medida.
Tirón de oreja para el ministro, que sigue poniendo en la agenda mediática títulos muy lindos, que luego no se confirman en los hechos.
“Hemos decidio avanzar no solo con la soja sino también con las economías regionales, que son uno de los mayores empleadores de la economía argentina”, indicó Massa, sumando a estos sectores productivos a las mieles de tener un dólar especial de 300 pesos, semejante al que regirá para las liquidaciones de los exportadores de soja, pero por un plazo más largo que se extenderá hasta fines de agosto.
Pero a diferencia de la soja, que es un sector bastante concentrado en pocos jugadores y netamente exportador, el de las economías regionales es un universo extramadamente variopinto, donde una medida de este tipo resulta de muy dificil implementación y sus impactos serán muy diferentes y poco medibles. De hecho, el propio Massa ya había anunciado este mismo dólar para economías regionales en noviembre pasado, en Mendoza, pero luego decidió meter violín en bolsa. Hasta ahora, que la presión de los gobernadores por el atraso cambiario se hace insoportable. Por eso volvió a anunciar en marzo un dólar Malbec, en plena vendimia.
En los hechos, las mismas dificultades vuelven a presentarse ahora, porque el propio jefe de Economía admitió que el listado de actividades que serán alcanzadas por la medida todavía no ha sido definido: “Desde mañana y hasta el próximo viernes vamos a ir incorporando una a una las economías regionales”, prometió.
Son cerca de 40 entramados, de características muy disímiles.
El titular del Palacio de Hacienda también aseguró que los exportadores de productores de estas economías regionales que quieran trocar sus dólares al tipo de cambio anabolizado de 300 pesos (yu no a los cerca de 200 pesos a que cotiza ahora el dólar oficial), tendrán que cumplir con tres condiciones que solo agregan más dudas sobre el alcance real que tendrá esta medida.
La primera condición es que no echen gente, o al decir de Massa “la sostenibilidad del empleo”. La mayor parte de los exportadores de este tipo de economías no son los principales generadores de empleo, que además suele ser zafrero y estacional, y recae básicamente sobre los productores.
La segunda condición es todavía más difícil, porque implica que las empresas exportadoras deban participar del Programa de Precios Justos o logren algún acuerdo de precios con la Secretaría de Comercio. La mayor proporción de este tipo de exportaciones regionales, por ejemplo de fibra de algodón o de lana, o de té o de tabaco, o bien casi no tienen consumo en el mercado doméstico o bien son realizadas por cooperativas o empaques que no siempre llegan con sus productos al consumidor final a nivel local.
Por eso queda claro que Massa, al hablar de este abanico de actividades, piensa en un pequeño grupo de economías, que además de exportar tienen venta de sus productos en los mercados locales.
Por ejemplo, citó el caso de las yerbateras. “Queremos que el volumen de yerba que exportamos aumente, pero también que la que consumen los argentinos tenga un precio previsible mientras dure el programa”, indicó el ministro, que también citó el caso de los jugos cítricos y el vino.
Queda claro a partir de estos datos que los que se beneficiarían con este dólar especial para economías regionales serán las grandes empresas que exportan y venden al mercado interno, pero productos no perecederos, con posibilidad de almacenamiento, como la yerba, el vino o los jugos. Es decir, no sería demasiado aplicable a frutas y verduras de estación. Una gran duda es si se aceptará que los lácteos, como pidieorn los gobernadores de la Región Centro, sean considerados como una economía regional.
La tercera condición para ser beneficiado por el dólar a 300 pesos es que estas empresas garanticen un volumen de abastecimiento al mercado doméstico. Es decir, que las bodegan no exporten de un zopetón todo su stock, sino que hagan equilibrio para no desabastecer su mercado local.