El 16 de septiembre se conmemoró el día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, y para que el día no muera en una simple efeméride que se plazca de ser recordada o conmemorada, existen acciones concretas que buscan conservarla para la salud del planeta.
Uno de los casos es el del proyecto Tierra Sana, que lleva adelante el INTA y que se originó cuando la Argentina ingresó al protocolo de Montreal en el 2000, un tratado impulsado por Naciones Unidas que surgió en los ´80, mediante el cual más de 180 países se pusieron de acuerdo en eliminar todas las sustancias que contribuyan a dañar la capa de ozono. Entre ellas, a tope, figura el bromuro de metilo, un gas ampliamente usado en el sector agrícola para control de plagas y desinfección de suelos o sustratos.
La coordinadora nacional del proyecto Tierra Sana, Analía Puerta, declaró a Bichos de Campo que “lo que se busca es implementar alternativas sustentables para la desinfección de los suelos, sobre todo los que se usan en cultivos de frutillas, ornamentales y hortalizas”.
Escuchá la entrevista a Analía Puerta:
Puerta hizo hincapié en que esta iniciativa nació para reemplazar el bromuro de metilo, una de las tantas sustancias que contribuye a dañar la capa de ozono. Aseguró que actualmente “fue reemplazado en un 98% respecto de lo que se consumía originalmente cuando se firmó el tratado de Montreal”.
Según Puerta, gracias al proyecto, hoy ofrecen más de 10 alternativas entre químicas y sustentables que no dañan la capa de ozono y permiten lograr el mismo efecto desinfectante de los suelos.
Entre las opciones químicas hay fumigantes alternativos tales como el 1,3 dicloropropeno + cloropicrina; Metam Sodio o Metam Amonio, y luego hay alternativas físicas y biológicas como la solarización, el colector solar y el vapor de agua, además de la biofumigación.
“Hay alternativas físicas como la solarización, que consiste en el uso de la energía solar para pasteurizar (calentar) el suelo con la finalidad de disminuir la población de patógenos y malezas, sin utilizar plaguicidas de síntesis química, para lo cual se cubre el suelo previamente laboreado, con un polietileno transparente y al cabo de 30-45 días dependiendo de la región, se consigue la pasteurización del mismo”, contó la investigadora.
La especialista agregó que entre las alternativas de tipo biológicas, está la biofumigación, que sigue la misma metodología que la solarización, pero además se agregan residuos orgánicos, preferentemente de crucíferas (coles), que al descomponerse liberan sustancias naturales con el mismo efecto que los químicos de síntesis, sólo que son naturales.
Lo que se pretende con este proyecto, según Puerta, es un cambio de paradigma en la concepción de la producción agropecuaria, mediante un manejo integral que brinda soluciones haciendo uso de un conjunto de prácticas en lugar de recurrir a una sola herramienta.
“El pasado miércoles 16 todos los que trabajamos en la recuperación de la capa de ozono celebramos, porque en 2018 y 2019 afortunadamente se registró el agujero de menor tamaño de los últimos 20 años”, reveló, y se mostró optimista de que para 2050 la capa ya esté recuperada completamente.