Se van acumulando datos, números fríos que dan cuenta de la magnitud del daño que está sufriendo el agro en Corrientes, pero que no alcanzan a ser solamente aproximaciones, porque la cosa recién empezará a definirse realmente cuando se apague el fuego y se comiencen a recuperar los campos luego de que regresen las lluvias. Y nadie con certeza puede saber cuándo sucederá eso.
Un cable de la agencia de noticias estatal Télam sirve para hacer este racconto sobre lo pérdido hasta el momento por productores forestales, ganaderos, yerbateros, arroceros, citrícolas, apicultores, grandes, medianos, chicos y agricultores familiares.
“Es una catástrofe de la naturaleza, no sé si la gente alcanza a dimensionar. Los esteros se están quemando, hay evacuaciones, muchísimos daños en la producción, tristeza y desesperanza”, resumió Pablo Sánchez, presidente de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes.
La entidad que nuclea a los ruralistas correntinos elaboró un relevamiento que incluye un recuento de pérdidas en la producción forestal, ganadera, citrícola, yerbatera y arrocera: calculan un daño total superior a los 26.000 millones de pesos y estiman que la mayoría de los productores afectados necesitará entre cinco y diez años para empezar a recuperarse.
La asociación rural correntina adelantó que las pérdidas en el sector ganadero superarían los 5.200 millones de pesos, aunque eso es algo que no se puede medir por el momento, pues el impacto será de más largo plazo. “Hoy la urgencia son los animales, porque están sin comida”, precisó Sánchez.
Sobre la forestación, el último informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) menciona que se quemaron 31.265 hectáreas de bosques cultivados y el vicepresidente de la Asociación del Plan Estratégico de Forestación, Juan Ramón Sotelo, aseguró a Télam que las pérdidas son “multimillonarias”.
“Hay productores que vieron cómo sus plantaciones fueron consumidas por el fuego en pocas horas “, expresó el madero y agregó que “reforestar nos llevará una década, como mínimo”.
En el mismo sentido se expresó Raymundo Meabe, presidente de Asociación Forestal Argentina (AFOA), que señaló que las pérdidas en el sector superan los 10 mil millones de pesos. “Hay que determinar una planificación a largo plazo, que incluya al gobierno Nacional y provincial, definir una política forestal integral y empezar con la educación ambiental en todos los niveles”, propuso.
El sector yerbatero, concentrado en la zona norte de la provincia, fue también duramente golpeado por la sequía “nunca vista” y algunos productores además sufrieron los embates del fuego.
“Los efectos de la falta de agua en los yerbatales provocaron la pérdida del 50 por ciento de la producción”, dijo en diálogo con Télam el gerente de la cooperativa agrícola Colonia Liebig, Gustavo Quatrín. En términos económicos, el cooperativista señaló que el perjuicio “asciende a unos 2.700 millones de pesos, además del daño que producirá en la mano de obra directa, que trabaja en la cosecha y el secado”.
“Hay productores que perdieron el 30% de sus plantaciones, otros el 50 y algunos que lo han perdido todo”, se lamentó Quatrín. Contó que la usencia de humedad, hace que “se estén muriendo las plantas de seis, siete y hasta diez años, que son las de mayor rendimiento”, sumado a que “no existieron las brotaciones que las plantas debían dar en enero y febrero”.
Sobre la expectativas de recuperación tras las graves consecuencias sufridas, sostuvo que “la renovación de la plantación de yerbales llevará por lo menos cinco años y una inversión importante”. La producción total de hoja de yerba mate fue de 882 millones de kilos en Corrientes en 2021, un año que Quatrín calificó de “récord”, razón por la cuál “no hay todavía efectos para el consumidor, los despachos son normales y no hay impacto en los precios”.
Además de contar con la mayor superficie forestada del país, superando el medio millón de hectáreas, Corrientes es la mayor productora de arroz, con una cobertura de entre 93 mil y 100 mil hectáreas, dijo a Télam el presidente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz, Christian Jetter.
La sequía extraordinaria también generó en la capacidad productiva de este grano pérdidas importantes y hasta el momento “se ven afectadas en total unas 20.000 hectáreas, de las cuales 5.000 pertenecen a pequeños productores arroceros”, indicó.
“Se perdió un total del 30% del volumen de arroz que se produce en la provincia, 200 mil toneladas, y la pérdida asciende 5.000 millones de pesos”, detalló. El representante del sector arrocero aseguró además que por la extensa sequía, “el 100% de los productores arroceros se vieron perjudicados, porque en mayor o menor medida, todos perdieron algo”.
En el detalle de pérdidas, Jetter contó también que unas 12.000 hectáreas con plantaciones de arroz se abandonaron, porque no se las puede regar, las represas no tienen el volumen de agua para hacerlo y el reservorio se terminó”.
“Esto es totalmente inédito, nunca antes había sucedido, estamos ante la crisis más grande de la historia de la producción arrocera”, concluyó en diálogo con Télam el presidente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz.
La Estación Experimental Corrientes del INTA, informó que los incendios rurales ya arrasaron con más de 785.000 hectáreas, lo que constituye el 9% de la superficie del territorio provincial.