Todos dicen que la sangre no va a llegar al río, porque el nuevo canciller Felipe Solá sabe del tema y lo incluirá en la agenda de negociaciones con su par de Brasil. Pero en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén existe mucho temor por la posibilidad de que el vecino país, que todos los años recibe una gran cantidad de manzanas producidas en la región, vuelva a trabar ese flujo de comercio debido a la presencia de la plaga Carpocapsa.
A principios de febrero, según reveló el periodista Javier Lojo en el Diario Río Negro, Un camión con fruta fue rechazado en la frontera luego de una inspección en la que se le detectó presencia de larva viva de Carpocapsa, el nombre técnico del famoso gusanito de la manzana. Ante la revelación, todos en el Alto Valle sintieron que un sudor frío les recorría la espalda: el año pasado, por esta misma razón, Brasil cerró por varias semanas el ingreso de manzanas argentinas, provocando grandes daños económicos a los empaques locales.
Ver Senasa prometió aumentar un 50% los controles y Brasil reabrió su frontera a la fruta del Alto Valle
El mismo Lojo consultó por este asunto a las autoridades de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), que agrupa a las exportadoras de peras y manzanas. Ellos aseguraron que están trabajando con el Senasa para poder llevar toda la información de lo que aconteció ese día en frontera y como se está manejando la actividad frutícola del Valle con el sistema de mitigación de riesgo para el control de la plaga.
Pero el presidente de la entidad, Agustín Argibay, también advirtió: “Sabemos que existen presiones de distintos sectores para que el gobierno de Brasil tome la decisión de cerrar la frontera para las peras y manzanas argentinas, pero eso sería un enorme error porque están todas las garantías que el sistema funciona y que la carpocapsa no está entrando en su país”.
De todos modos, los frutícolas patagónicos se movieron rápido para atenuar las chances de un cierre: hablaron con el nuevo secretario de Relaciones Internacionales de la Cancillería, Jorge Neme
Desde Senasa, a través de la agencia Télam, recordaron que a partir del episodio del año pasado y la negociación con Brasil los controles para la detección de la Carpocapsa en Río Negro fueron ampliados, lo que redujo la posibilidad de que la fruta infectada por la polilla del manzano llegue a los países de destino.
Además del “Sistema de Mitigación de Riesgos” acordado con Brasil, según dijo una fuente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), existe con el vecino país “un acuerdo sanitario que establece un protocolo de seguridad y las partidas detectadas con infecciones son devueltas a destino para que sean puestas a baja temperatura en cuarentena”.
“No es novedad que un camión vuelva con la carga. Pero desde Brasil no se tomó ninguna determinación, ni mucho menos se cerró la frontera”, precisó la fuente del Senasa, ante la información sobre este incidente.
En ese sentido, el vocero afirmó que el martes se desarrolló una reunión unilateral con autoridades de Brasil, incluyendo a la ministra de Agricultura, Tereza Cristina. Felipe Solá reforzaría esas gestiones para evitar disgustos mayores a los exportadores de manzanas.
Más allá de la confianza oficial, siempre es bueno cruzar los dedos en estos menesteres.
Ver Alto Valle: La historia de un productor cercado entre chacras abandonadas y el negocio inmobiliario
Y eso por una situación que describe el propio Lojo, uno de los periodistas que más conoce de la fruticultura del valle. “La situación sanitaria del Valle es delicada. Eso no es novedad. Solo con circular por la Ruta 22 desde Villa Regina hasta Cipolletti cualquiera puede ver el estado de abandono de miles de hectáreas que, hasta años atrás, se mantenían productivas. Esa superficie sin explotar es un foco de infección propicio para el desarrollo de Carpocapsa”, advierte el comunicador. Y añade: “A esto hay que sumarle la crisis estructural que están sufriendo los productores que, ante la falta de fondos, no realizan todas las inversiones necesarias para poder controlar la plaga”.