El servicio sanitario de China decidió suspender por cuatro semanas solo al frigorífico Gorina, ubicado cerca de la ciudad de La Plata, luego de haber detectado hace 48 horas Covid-19 sobre un empaque externo de carne bovina que había sido faenada y empacada en dicha planta.
Más allá de que la contaminación con el virus se pude haber producido luego de su desembarco en China, este castigo fue considerada ventajoso por fuentes del Senasa, el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Agroalimentaria local, ya que así se evitará una sanción a todo el país desde un mercado que ha descollado en los últimos años con sus importaciones de carne, a punto tal de absorber entre 65 y 70% de todos los cortes vacunos exportados por la Argentina.
Fuentes del Senasa recordaron que en total hay 90 frigoríficos habilitados para exportar carne a China, con lo cual no hay problemas de abastecimiento para ese país ni de comercio para Argentina. Aunque el peso de Gorina en el negocio es importante, ese conjunto de plantas es el que explica la inmensa mayoría de las 406.130 toneladas de carne bovina enviadas a China entre enero y octubre de 2020.
Además, el frigorífico en cuestión no ha sido deslistado sino suspendido por ese lapso de un mes, con lo cual podrá volver a operar. “Tema cerrado. La sanidad y la inocuidad de la carne nunca estuvo en duda por el país asiático”, dijeron en el organismo.
El embarque en el que se encontraron rastros del Covid-19 había ingresado por el puerto de Shanghái y el 9 de noviembre una parte fue trasladada y depositada en una cámara de frío en la ciudad de Nanjing, capital de Jiangsu. El 10 de noviembre, antes de su liberación al mercado, las autoridades del CDC Nanjing realizaron testeos y detectaron la presencia del virus en la caja.