Los exportadores que operan en las terminales portuarias de Bahía Blanca y Quequén siguen ofreciendo importantes “premios” por el maíz a pesar de que el caudal presente en el río Paraná se recuperó de manera significativa en las últimas dos semanas.
La bajante del Paraná registrada entre febrero y abril de este año hizo que los buques puedan cargar un volumen menor en la Hidrovía, lo que obligó a completar las cargas en las terminales del sur bonaerense, donde el maíz no abunda en la misma proporción en el sector norte de la zona pampeana.
Sin embargo, con la recomposición del caudal registrado en el Paraná los “premios” por el maíz originado en el sur bonaerense siguen en pie a pesar del mayor volumen que es factible cargar en la Hidrovía.
La razón de ese fenómeno es que las compañías no quieren “tirar la toalla” antes de tiempo por temor a que la oferta del cereal se retraiga ante la perspectiva de una nueva bajante en las próximas semanas.
“El río Paraná continúa en descenso sobre el tramo Yacyretá-La Paz y culminando el tránsito de onda o en gradual ascenso/culminación sobre La Paz-Rosario. Finalmente, sobre el Delta se observa un gradual ascenso de base en aguas medias, con efecto durante los próximos 7-15 días”, señala el último informe del Laboratorio de Hidrología del Instituto Nacional del Agua.
“Así, se espera que el nivel del río en principio sostenga descenso en aguas medias a medias bajas sobre las secciones superiores del tramo medio del río Paraná y se observe la culminación del ascenso en las secciones inferiores, en aguas medias”, añade.
Con el “dólar exportador” vigente (924,3 $/u$s), es decir, el tipo de cambio que se emplea para liquidar exportaciones, el valor de 168.336 $/tonelada (promedio negociado con entrega en Quequén según Sio Granos) es equivalente a 182,1 u$s/tonelada, mientras que en el caso de Bahía Blanca (166.575 $/tonelada) el mismo es de 180,2 u$s/tonelada.
Si se considera que el precio FOB oficial –publicado por la Secretaría de Agricultura– se encuentra en 198 u$s/tonelada, entonces eso implica que el valor negociado del cereal con entrega en Bahía Blanca y Quequén está casi “libre” de derechos de exportación (que en el caso de los cereales es del 12% del valor FOB).
Los exportadores argentinos están priorizando los embarques de maíz para colocar la mayor parte de los envíos antes del ingreso, a partir del mes de julio, de la cosecha de maíz tardío brasileña.
Otro aspecto en juego es que, luego de la catástrofe climática y humanitaria registrada en Rio Grande do Sul, la capacidad logística brasileña se encuentra limitada y eso hizo que la demana internacional se focalice en el origen argentino respecto del brasileño.