Finalmente, tal como había anticipado la semana pasada, el flamante presidente de EE.UU., Donald Trump, no impondrá aranceles de importación, lo que está impulsando los precios de los granos en general y de la soja en particular en el mercado de futuros agrícolas CME Group (“Chicago”).
La administración Trump publicó un documento, denominado “La política comercial de EE.UU. primero”, en el cual se indica que “se revisará el Acuerdo Económico y Comercial entre EE.UU. y China para determinar si ese país está actuando de conformidad con el mismo y recomendará las acciones apropiadas por tomar con base en los hallazgos de esa revisión, incluyendo la imposición de aranceles u otras medidas según sea necesario”.
También indica que se investigarán “otras medidas, políticas y prácticas de China que puedan ser irrazonables o discriminatorias y que puedan afectar o restringir el comercio de EE.UU.”.
Es decir: Trump iniciará un período de negociaciones comerciales con su par chino Xi Jinping antes de aplicar aranceles, lo que representa una lógica inversa a la instrumentada en su primer mandato como presidente, en el cual aplicó aranceles para luego negociar.
Debido a que China es el principal comprador de poroto de soja de EE.UU., además de ser un importante cliente también en maíz y carnes –granos transformados en proteínas animales–, la noticia constituye un claro factor alcista.
El documento además señala que se investigarán “las causas de los grandes y persistentes déficits comerciales anuales de bienes de nuestro país, así como las implicaciones y riesgos económicos y de seguridad nacional que resultan de dichos déficits, y recomendará medidas apropiadas, como un arancel suplementario global u otras políticas, para remediar dichos déficits”. Entre las alternativas mencionadas se incluye la posibilidad de incorporar “aranceles, derechos y otros ingresos relacionados con el comercio exterior”.
En lo que respecta al Tratado de Libre Comercio entre EE.UU., Canadá y México, el documento especifica que el mismo ingresará en un período de revisión, que culminará en julio de 2026, con el propósito de evaluar “el impacto del Tratado en los trabajadores, productores, proveedores de servicios y otras empresas estadounidenses y hará recomendaciones sobre la participación de los EE.UU. en el acuerdo. pública al prevenir las importaciones ilegales”. Nuevamente, se trata de una estrategia negociadora que, en principio, no promovería nuevos aranceles al comercio con sus vecinos.
Otro documento publicado por administración Trump, denominado “Liberando la energía estadounidense”, indica que “los jefes de todas las agencias revisarán todas las regulaciones, órdenes, documentos de orientación, políticas, acuerdos, órdenes de consentimiento y cualquier otra acción de la agencia existentes (colectivamente, acciones de la agencia) para identificar aquellas acciones de la agencia que imponen una carga indebida en la identificación, desarrollo o uso de recursos energéticos nacionales, con especial atención al petróleo, gas natural, carbón, energía hidroeléctrica, biocombustibles, minerales críticos y recursos de energía nuclear”.
Además remarcó que se eliminará el “mandato de uso de vehículos eléctricos” para “promover una verdadera elección del consumidor, que es esencial para el crecimiento económico y la innovación, eliminando las barreras regulatorias al acceso de los vehículos de motor; asegurando un campo de juego regulatorio nivelado para la elección del consumidor en materia de vehículos; terminando, cuando sea apropiado, las exenciones estatales de emisiones que funcionan para limitar las ventas de automóviles a gasolina; y considerando la eliminación de subsidios injustos y otras distorsiones del mercado mal concebidas impuestas por el gobierno que favorecen a los vehículos eléctricos sobre otras tecnologías y efectivamente obligan a su compra por parte de individuos, empresas privadas y entidades gubernamentales”.
Tales criterios, en principio, son favorables para la industria de los biocombustibles y, por extensión, para el sector agroindustrial de EE.UU.
Un inesperado mensaje de Trump brindó un impulso alcista al precio de los granos en Chicago