La faena vacuna sumó en septiembre una nueva caída: redondeó 1,089 millón de cabezas, lo que significó una caída de 4,2% con relación al número de bovinos procesado por los frigoríficos en agosto. De todos modos, si se tiene en cuenta que hubo un día menos de actividad entre ambos meses, esa diferencia se amplía al 10%, según los cálculos del consultor Víctor Tonelli.
En lo que va del año se llevan faenados 9,5 millones de vacunos, lo que significa una baja de 7% con relación al período enero-septiembre del año pasado. En tanto, la participación de las hembras en el acumulado del año suma nada menos que 44,5% según los datos publicados -cada vez con mayor retraso- por el Ministerio de Agricultura.
En cuanto a las variaciones por categorías, la baja más marcada en la faena del mes pasado se dio en la categoría “vacas”. La caída porcentual entre un mes y otro fue de 12%, lo que significó 22 mil cabezas menos vendidas a las plantas frigoríficas.
“La vaca bajó en relación a meses anteriores por las limitaciones generadas por el cepo a las exportaciones. El impacto de la medida fue grande y el productor retuvo obligado, a la espera de definiciones”, explicó Tonelli. A eso hay que agregar que estamos en el momento de menor oferta estacional de este tipo de animales. Como sea, recién esta semana se conoció la creación de un nuevo cupo de exportación para ese tipo de animales a China.
En vaquillonas la caída fue menor, de 2%, debido al aporte de los feedlots, que se concentraron en la compra de terneras debido a los malos márgenes que dio el negocio este año por la suba del maíz y de los precios de la invernada, especialmente de los terneros machos, en un contexto de precios frenados al menos desde mayo.
En el acumulado de los 9 primeros meses, la faena de vaquillonas se cayó 12% y la de vacas 13%. Eso explica la baja total de 7%.
Para los próximos meses se espera un incremento en la oferta de vacas por la liberación parcial del cepo exportador, que permitiría -según la promesa oficial- la venta de la carne que surja del procesamiento de las 140.000 cabezas, tal como fuera anunciado en el Boletín Oficial. Las cuentas de Bichos de Campo, de todos modos, determinan que se podrían exportar solo 12.500 toneladas de esa categoría hasta fin de año.
Por otro lado, se supone que en los próximos meses la faena seguirá en baja pues habrá menos oferta de novillos y novillitos, debido a la baja en el encierre de los engordes a corral, que tienen sólo 61% de su capacidad instalada ocupada. Allí, la caída en los precios y en la renta están apuntando a producir animales livianos para reducir las pérdidas. Por eso se espera menos oferta de ganado y menos producción de kilos.
La pregunta del mercado es qué pasará con los precios y si el gobierno se quedará de brazos cruzados en caso de que suban. Cabe recordar que según la promesa oficial, el 31 de diciembre se terminarían las restricciones a las exportaciones, pero eso dependerá mucho de lo que pase con el abastecimiento interno, tanto con el volumen como con los valores de venta al público.