Norberto “Tito” Rullo, es dueño, junto a su hermana, de una empresa de aplicaciones aéreas y terrestres en San Justo, Santa Fe (BRS Pulverizaciones Aeread SRL). En septiembre de 2019 le robaron todo el stock de agroquímicos que había comprado para encarar el trabajo previsto para toda la campaña 2019/20. El robo se lo hicieron directo del hangar número 8 que ellos tienen en el aeroclub local y usando incluso la camioneta de la empresa para retirar tanta mercadería. Como en muchos otros hechos de inseguridad rural, no hay ni sospechosos ni culpables.
En aquel momento del robo, la mercadería estaba valuada en unos 80.000 dólares o el equivalente a 4,5 millones de pesos. Los insumos estaban destinados a la producción de soja y maíz que recién ahora se están terminando de trillar. Como si fuera poco, los ladrones también sustrajeron del mismo hangar 72 bolsas de híbridos de maíz que estaban en el lugar.
Como es habitual, y contra lo que piensa la mayoría de la gente, esa compra no se había hecho con capital acumulado sino que era canje, es decir que debía pagarse con la cosecha. Rullo confiesa que el robo “nos hizo un daño económico importante, porque tuvimos que producir dos cosechas para levantar sólo una. Agradecemos que los rindes hayan sido buenos porque eso al menos nos permitió saldar ese compromiso”, se consoló el ingeniero agrónomo al contar su caso a Bichos de Campo.
Mirá la entrevista completa realizada a Norberto Rullo:
“El sábado 7 de septiembre habíamos hecho una compra anticipada de pre campaña, por un volumen importante de insumos tales como herbcidias, insecticidas y fungicidas, que pedimos desde Buenos Aires y que nos servía para cubrir casi la totalidad de superficie que hacemos”, relató.
“Nos llevó toda la mañana del sábado poder bajar todos los pallets de agroquímicos que habíamos comprado y esa misma noche nos robaron, lo que quiere decir que los productos estuvieron en el hangar no más de 12 horas. El robo a ellos les debe haber llevado no más de tres horas”, relató el productor.
Rullo describió que el modus operandi del robo consistió en ingresar al hangar por un lateral. “Sacaron una chapa e ingresaron. Nosotros teníamos una camioneta de la empresa allí, y ese mismo vehículo lo usaron para hacer el trasbordo de la mercadería; la cargaban en el hangar y la trasladaban a unos 700 u 800 metros. Previo a eso cortaron un alambrado perimetral para pasar la mercadería a un campo vecino. Ese movimiento les llevo entre 6 y 7 viajes, lo que da cuenta de que fue mucha gente la que participó de este hecho”, precisó el agrónomo´santafesino.
Frente a tanto detalle, es muy llamativo que no haya nadie imputado por la justicia. Incluso “pudimos acceder a videos de las cámaras externas del aeroclub, pero era de noche. Llegamos a divisar entre cuatro o cinco vehículos a la distancia haciendo el trasbordo y traslado de la mercadería, pero nunca pudimos recuperar la mercadería robada”, manifestó Rullo.
El productor remarcó que llamó mucho la atención el robo que les hicieron porque no es muy común en la zona. Pese a las denuncias realizadas, no recibieron pruebas certeras ni vislumbraron una actuación eficiente de la policía.
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“Un robo menor es frecuente. Pero esto que nos hicieron habla de que fue premeditado. La mercadería no estuvo ni 12 horas en el hangar y nunca tuvimos respuesta, indicios ni pruebas de nada. La Policía de Investigaciones de Santa Fe (PDI) dice que hay pruebas, pero todo avanza lento. Ya pasaron ocho meses y medio y no tuvimos ni siquiera un llamado del fiscal con una mínima prueba certera de algo. Si se actuaba rápido se podía llegar a hacer algo”, consideró el productor damnificado.
-Esos agroquímicos ya deben haber sido utilizados en otros campos. Es decir que los compraron otros productores. ¿Qué piensa de eso?
-Mi hermana siempre insiste en esto, que quien compra esos productos robados es tan cómplice como aquel que los robó. Quien los compra hasta a un 20% de su precio real sabe que esa compra no es legítima- contestó Rullo.
La familia grabó un video del hangar donde aquel día habían guardado la valiosa mercadería. De fondo suena el tango Cambalache. “El que no afana es un gil”. Fina ironía:
Con tanta tranquilidad operaron los ladrones que hasta se permitieron elegir los lotes de agroquímicos de mayor precio, desechando los más baratos. Eran 7 u 8 pallets y, según Rullo, “quien robó era alguien entendido, porque en la mercadería también había glifosato que era el producto de menor valor, y justo en ese producto no se centraron sino en los otros más costosos”.
El productor remarcó que los productos que compraron y les robaron “no eran de marcas conocidas, sino que estaban recién saliendo al mercado”. Tuvieron que comprar todo de vuelta y recién ahora aseguró Rullo que están terminando de pagar todo.
Le preguntamos si después de su caso, había preguntado por otros hechos semejantes. El pagrpónomo contó que no de esa envergadura, pero había muchos hechos semejantes en tiempos de precampaña. “De junio a septiembre era algo impresionante, porque prácticamente había robo todos los días en dependencias cercanas a San Justo”, afirmó.