Silvio Montenegro es un productor del sur santafesino que suele exponer su pensamiento y darle letra a los grupos de productores autoconvocados más críticos con las políticas del gobierno y también con los dirigentes de la Mesa de Enlace. De acuerdo con su análisis, el anuncio del dólar soja es fruto de un acuerdo entre Sergio Massa y las grandes exportadoras, que finalmente terminaría beneficiando solo a este sector con grandes ganancias.
“El decreto del domingo sobre el dólar soja fue exclusivamente entre el Gobierno y las agroexportadoras, porque es un arreglo entre ellos, siempre funcionó así. El gobierno necesita dólares y les pide a las ocho grandes, muchas multinacionales, que se lo adelanten, por más que después en los discursos denosten a esas ocho empresas”, indicó un análisis escrito por Montenegro.
Según esta mirada, el Ministerio de Economía pidió a las agroexportadoras que le anticipen liquidaciones ante el Banco Central por 5.000 millones de dólares durante septiembre, que es lo que expuso el propio Massa. La presunta trampa es cómo recuperarán las cerealeras y aceiteras ese anticipo de dinero.
“Para el que no está en temas agropecuarios hay que aclararle que el precio de exportación de nuestra soja es de 600 dólares por tonelada (FOB Puertos Argentinos), donde el Estado se queda con el 33% por derechos de exportación (DEX o retenciones), o sea 198 dólares por toneladas y los gastos de los exportadores son de 22 dólares. Esto da como resultado 380 dólares por tonelada de paridad teórica, que es el precio al productor, también conocido como precio FAS en dólares”, explicó Montenegro.
Luego prosiguió: “La soja el jueves 1° de septiembre valía 380 dólares/tonelada que, con un dólar oficial de 140 pesos por dólar equivalía a 53.200 pesos (FAS en pesos). Esos 53200 pesos equivalen a 190 dólares billetes (a un valor de 280 pesos), es decir que a los productores argentinos nos pagan el 31,67% del valor real de la soja, mientras un productor uruguayo, brasilero o paraguayo estaría cobrando 578 dólares o 161.840 pesos por tonelada (a dólar billete), es decir el 96,33% del valor real de la soja”.
“Con el decreto del domingo el precio de la soja debió haber sido 76.000 pesos por tonelada (380 dólares x 200 pesos), pero cerró a 69.000 pesos, que equivalen a 345 dólares (69.000/200) y esa baja se produjo solo para la soja ‘disponible¿, ya que octubre y noviembre siguió a 390 dólares”, avanzó Montenegro.
La conclusión de este productor es que si en septiembre se acumularan 10 millones de toneladas adicionales de ventas de soja (en la primera semana fueron 4,6 millones), esto le permitiría al Estado hacerse de 2.000 millones de dólares adicionales en DEX, que sumados a otros 3000 de liquidació normal haría que llegue a los 5000 que necesita” para reforzar las reservas.
¿Y cuál sería la ganancia de las agroexportyadoras? Según esta mirada, esas empresas “se quedaron con 35 dólares por tonelada que multiplicados por esas 10 millones de toneladas adicionales les daría un ingreso adicional de 350 millones de dólares, solo por prestar un mes 5.000 millones de dólares, o sea una tasa en dólares del 7% mensual”.
“Cuando tenés mucha plata que fácil es hacer buenos negocios con el estado, más si termina siendo otro el que pone la plata (el productor)”, fue el razonamiento final de este autoconvocado.
Suponiendo que las cosas finalmente sucedan así, lo que no dice Montenegro es que nadie obliga al productor a vender su soja. Y este es un dato clave: Beneficiados por un precio mejor del que tenían, lo han hecho en manada.