Los administradores de fondos siguen liquidando posiciones en contratos futuros de soja del mercado estadounidense CME Group para asegurar ganancias ante un eventual recrudecimiento del riesgo geopolítico global instaurado por China.
Podría pensarse que la liquidación de posiciones –causa de las caídas de precios registradas en los últimos días– obedecen a la recomposición hídrica ocurrida en las principales regiones agrícolas brasileñas, donde, según la consultora local Safras&Mercado, la siembra de soja ya cubrió casi el 89% del área total prevista. O también al hecho de que para este viernes por la mañana el Servicio Meteorológico Nacional proyecta lluvias abundantes en vastas áreas de la zona pampeana argentina necesitadas de agua para poder avanzar con la siembra de la oleaginosa.
Sin embargo, tales variables climáticas son insignificantes ante la presencia de un factor comercial ultra alcistas: el hecho de que en las primeras 13 semanas del ciclo comercial 2020/21 EE.UU. haya comprometido –según los últimos datos publicados por USDA– el 87% del saldo exportable potencial de soja. El resto del volumen exportable debería administrarse en la siguientes 40 semanas del ciclo en curso (un suceso inédito).
Pero la cuestión es que buena parte de los compromisos de ventas de ambos granos están atados a ventas anticipadas realizadas a compañías agroindustriales chinas, las cuales son propiedad del gobierno chino o bien son controladas por funcionarios del mismo.
Ayer lunes el Departamento de Estado de EE.UU. anunció sanciones para 14 funcionarios chinos comprometidos con el quiebre de la autonomía política de Hong Kong, a quienes se les congelarán los activos económicos presentes en EE.UU. y se los prohíbe ingresar a ese país. Adicionalmente, lanzó un sitio web, denominado “El desprecio de China por los derechos humanos”, en el cual se recopilan las violaciones a tales derechos cometidos por el gobierno chino contra sus ciudadanos.
La respuesta del gobierno chino –publicada hoy en la agencia oficial Xinhua– no es menos contundente al indicar que EE.UU. debe revocar su “decisión errónea” de imponer sanciones a funcionarios relevantes de la Asamblea Popular Nacional por asuntos relacionados con Hong Kong.
“En respuesta a la indignante acción del lado estadounidense, China tomará contramedidas firmes y fuertes para defender la soberanía, seguridad e intereses de desarrollo”, amenazó Hua Chunying, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
La semana pasada el presidente electo Joe Biden aseguró que mantendrá los ejes centrales de la política comercial exterior implementada por la gestión de Donald Trump, lo que implica que, lejos de haber una tregua, seguramente habrá “guerra comercial” EE.UU.-China para rato.
En ese contexto, Australia está oficiando de “caso testigo” de que las amenazas chinas no son broma. Este año el primer ministro australiano, Scott Morisson, decidió alinearse con el presidente de EE.UU., Donald Trump, para solicitar –junto a otras naciones– que se realizara una investigación científica internacional sobre los orígenes del Covid-19 en territorio chino.
El gobierno de Xi Jinping, al considerar que ese pedido implicaba una intromisión en los asuntos internos de China, procedió a aplicar fuertes represalias comerciales contra Australia, bloqueando a partir del mes de mayo–con barreras arancelerias– el ingreso de cebada de ese origen al mercado chino, mientras a fines del mes pasado hizo lo mismo con el vino para dar un golpe fatal a ese sector, dado que China representa alrededor de un 40% de las exportaciones de vino australiano.
En ese marco, lo que constituye un factor claramente alcista desde el aspecto estrictamente comercial, puede llegar a resultar –si se complica el conflicto presente entre EE.UU. y China– en una bomba bajista para el mercado de granos.
El contrato Soja Enero 2021 CME terminó hoy martes en 422,0 u$s/tonelada versus 427,3 u$s/tonelada el viernes pasado, mientras que la posición Soja Mayo 2021 finalizó en 424,7 u$s/tonelada contra 427,6 u$s/tonelada el viernes.