La llegada de Starlink a la Argentina, la empresa funda por Elon Musk que asegura poder garantizar el acceso a internet en cualquier parte del mundo, motivó a productores y a empresas agropecuarias por igual a considerar su implementación como forma de solucionar los históricos problemas de conectividad que enfrenta el sector.
Con equipos pequeños y de aparente fácil instalación, esta alternativa se vuelve cada vez más tentadora, ahora que no solo puede comprarse online sino que incluso puede conseguirse en conocidas tiendas de electrodomésticos. ¿Pero cuán costoso es adquirir esta herramienta tecnológica?
De acuerdo con la información disponible en la web oficial de la empresa, un servicio básico residencial y personal, con “internet ilimitado de alta y baja latencia”, tiene un valor de 62.500 pesos mensuales, a lo que hay que adicionar la compra de la antena por 499.999 pesos.
Este plan sube a 87.500 mensuales en su categoría “itinerante”, descripta como “ideal para viajeros, nómades y autocaravana”, donde se ofrece además portabilidad, posibilidad de pausar el servicio y <10 mph (16 kph) en movimiento.
En caso de tratarse de un servicio para empresas, donde se necesite garantizar la conectividad para varias personas al mismo tiempo, todos los planes ofrecen datos ilimitados aunque varían su precio en función de las prioridades de consumo.
Un plan de 96.800 pesos ofrece una prioridad de 40 GB; uno de 217.350 pesos brinda una prioridad de 1 TB, y un plan de 431.250 pesos da una prioridad de 2 TB.
Para estos tres planes y al igual que en el caso del servicio personal, hay que adicionar la compra de la antena por 3.871.250 pesos, al ser de alto rendimiento.
Ahora bien, aún con la instalación de los módems de Starlink e incluso sumando antenas repetidoras, la cobertura del servicio –siempre hablando del plan fijo y no “itinerante”- puede no extenderse demasiados metros de la infraestructura en la que esté colocada, como una casa, una oficina o un galpón.
¿Y qué ocurre si lo que se requiere es una conectividad que se extienda por una superficie más amplia del campo, que permita incluso que equipos distribuidos en el campo tenga conectividad estando lejos de la antena?
Sobre esa problemática es que comenzaron a trabajar las empresas Sencinet -distribuidor en Latinoamérica de los productos de Starlink- y Alvis –operador de telecomunicaciones con presencia en el agro que ofrece la red móvil 4G LTE en la banda de 450 MHz-, quienes esta semana anunciaron una alianza estratégica en torno a este producto en particular.
Su objetivo es reforzar el segmento B2B de Starlink y ofrecer un servicio más robusto y con mayor alcance en particular a los sector del agro, la minería, la industria, oil & gas y smart cities.
“El servicio B2C, que se consigue por la web de Starlink o en cadenas de electrodomésticos, es de buena calidad, tiene buena latencia y resuelve la nula o mala conectividad de un cliente individual en cualquier parte del país. Ahora bien, cuando vos tenés que montar la infraestructura productiva de tu campo, que es tener todos los sistemas críticos que tienen que funcionar 7 por 24, es un riesgo gigantesco hacerlo sobre un servicio Best Effort como ese. Es un servicio que te cumple con todo lo que puede, pero no es crítico. Ahí es donde juega esta alianza. Sencinet te vende el servicio garantizado y Alvis te va a dar el soporte local”, explicó a Bichos de Campo Marcelo Dumajo, CEO de Alvis.
“Si vos tenés un inconveniente con el servicio, en el segmento B2C tenés que levantar un ticket por la web de Starlink y esperar a que en algún momento te contesten, sin tener un soporte local en el campo. Y si vos querés una explotación realmente profesional, donde podés conectar la maquinaria, las cosechadoras, sembradoras, las estaciones meteorológicas, requerís un servicio garantizado que ante una eventualidad o inconveniente que requiera soporte, lo tengas”, añadió el empresario.
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A este gran diferencial de servicio, Alvis sumó el adicional de poder desplegar redes 4G LTE en campo que aseguran cobertura y movilidad.
“¿Cuál es la diferencia? Que nosotros damos servicio fijo y móvil. O sea, yo te doy movilidad en todo el campo. Trabajamos con radio-bases iguales a las de los celulares. A través de esta alianza podés tener a todo tu campo conectado, tanto de forma fija como móvil”, aseguró Dumajo.
Frente a esto resulta clave analizar cuáles son las necesidades de cada empresa agropecuaria, para determinar qué tipo de conectividad y alcance son los más adecuados.
-¿Cuánto le sale a un productor esta solución tecnológica en el campo?– le preguntamos a Dumajo
-Eso depende de lo que el productor necesite y elija. Aquel productor individual que quiere resolver el problema en un punto fijo, puede adquirir la antena en cualquier momento con los planes existentes. Ahora bien, cuando vos querés montar una solución completa de conectividad en un campo, en varios campos vecinos o en una superficie grande, tenemos que hacer la ingeniera del proyecto y eso nos dará el precio. No se trata de un commodity.