Será el clima –y no la política– el factor clave para dar por terminado con la maquinaria de robo más brutal y eficiente presente en la Argentina.
Estamos hablando del “cepo cambiario”, por medio del cual el Estado nacional se apropia de casi la mitad del valor generado por los exportadores para luego ofrecer de manera discrecional divisas a precios subsidiados a empresarios amigos.
Todas las noticias referidas a inversiones de “empresaurios” argentinos realizadas con dólares a “precios cuidados” deberían tener obligatoriamente una leyenda que diga “realizada con divisas obtenidas a precio subsidiado”.
La contrapartida de ese fenómeno es una “retención cambiaria” que, en el caso del agro, se suma a los derechos de exportación, “retenciones encubiertas” (fideicomisos) y distorsiones comerciales promovidas por intervenciones de mercado.
Como el agro es, por lejos, el principal proveedor de divisas de la economía argentina, el sistema de robo funciona gracias al esfuerzo de cientos de miles de empresarios, profesionales, técnicos y trabajadores que todos los días se desviven por producir, procesar y comercializar productos agroindustriales de la manera más eficiente posible para poder obtener algo de ganancia luego de transferir la mayor parte de su esfuerzo al Estado nacional.
Pero, claro, todo ese esfuerzo resulta inútil si se realiza en una campaña afectada por heladas tardías, sequía y heladas tempranas, que es precisamente lo que viene ocurriendo en el ciclo 2022/23. Sin granos, no hay divisas suficientes. Y sin divisas, es poco lo que hay para repartir entre amigos ya no tan contentos y cada vez más ansiosos.
El hecho de no tener buenos contactos con los funcionarios que manejan la “canilla” de divisas, implica necesariamente que el negocio se torna inviable. Así es como se van cerrando, semana tras semana, empresas que dejan en la calle a miles de trabajadores.
Atención! Una autopartista multinacional anunció el cierre de su fábrica en Argentina como consecuencia de la crisis económica. Se trata de la británica TI Fluid Systems. Envió nota a clientes y proveedores. Se produce días dsp d q ADEFA/AFAC alertaron x las trabas para importar pic.twitter.com/vSsBWBJ6ZH
— horacio alonso (@horacioalonso16) February 17, 2023
El sistema de robo del cepo cambiario funciona cuando hay algo para robar. Si la cosecha –proveedora de divisas– fracasa, entonces la maquinaria de extracción colapsa. Así de sencillo.
Los propios datos oficiales muestran que el sistema de robo del cepo cambiario ya ni siquiera es útil para contener la inflación. Es un hecho que tiene los días contados. La gran cuestión es entonces intentar vislumbrar qué viene para adelante.
Tal como sucedió en la última gran crisis argentina de 2000/01, el terreno actual es propicio para los promotores de la dolarización de la economía, incluso con el argumento de crear una suerte de “corset” contra la angurria de la corporación política argentina (como si no hubiese ejemplos de la perversa creatividad desplegada en las últimas décadas para quebrar cualquier restricción al respecto).
Intentar solucionar un problema institucional, o incluso cultural, con una medida de política cambiaria no parecería ser la respuesta más inteligente, especialmente porque las condiciones presentes en la Argentina –una nación con bajísima densidad poblacional y un extenso territorio productivo– son ideales para implementar un sistema de tipo de cambio que premie con creces a los generadores de divisas.
Y no se trata solamente de una cuestión económica, sino fundamentalmente de supervivencia, dado que proveer de recursos suficientes a los “fabricantes” de agrodivisas resulta esencial para asegurar la ocupación soberana del territorio, de manera tal que no quede en manos de organizaciones narcocriminales o de grupos delincuentes disfrazados de comunidades indigenistas apañadas por intereses foráneos.
Si bien el primer estandarte argentino es el agro, un tipo de cambio real elevado que premie a los exportadores también promoverá el crecimiento sostenible de los sectores hidrocarburífero, minero (¡el litio ya es el segundo producto de exportación más relevante de Chile!), turismo y de servicios profesionales.
Todo eso es válido, por supuesto, si la Argentina logra finalmente sacarse de encima a la corporación cleptocrática que gestiona los recursos presentes en el territorio como si fuese un auténtico ejército de ocupación.
Si Argentina, luego del desenlace inevitable que viene en camino, no logra instrumentar un marco institucional razonable, como el presente en Brasil, Uruguay o Paraguay, entonces probablemente volverá a ver nuevos mecanismos estatales de robo en línea con una creciente pauperización de la población, buena parte de la cual, seguramente, buscará nuevos horizontes.
Un gráfico brutal y definitivo para entender cómo la Argentina no puede existir sin el campo
hola lamentablemente llegamos a esto por la mano Dios o de quien maneja los destinos desde los cielos… hace años que digo el dia que el campo no siembre por 2 años aca se termina la joda de los politicos pero tambien hay egoismo de nuestra parte y me incluyo porque soy productor… me duele todo esto perdimos animales y cosechas y la ayuda donde esta ??? no la esperen nunca…
los saludo.
Para criticar somos todos buenosk.
Ej. Los que gobiernan actualmente.
Fueron muy buenos criticando.
Hoy hacen sol parches.
Lo mismo pasa ahora
Criticar , como el que escribió anteriormente. Sabe todo lo que pasa y lo describe muy bien, y por supuesto exagera buscando réditos políticos.
Pero ideas cero.
El bla bla de los Políticos nos tiene artos