El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) presentó ayer una propuesta para adecuar la normativa vigente y posibilitar la inscripción de los biopreparados ante este organismo estatal. Esto supone la atención a una problemática sobre la que hasta ahora no se venía accionando: la producción de insumos “caseros” intraprediales y su distribución entre pequeños productores. De esta forma, la iniciativa busca mejorar las condiciones de seguridad e inocuidad en su elaboración y uso.
Claro que esto no será del todo sencillo. El primer paso para abrir lugar a este nuevo inventario será el de diferenciar las definiciones entre biopreparados y bioinsumos. En este sentido Diana Guillén, presidenta de Senasa, dijo: “Se va consolidando la idea de conceptualizar tanto los bioinsumos como los biopreparados de manera separada, dado que estos últimos tienen otra lógica de producción”.
“La idea es poder discutir y publicar una Resolución en el mediano plazo y poder trabajar con otras instituciones públicas como el INTA, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, universidades nacionales, organizaciones, entre muchas otras, con quienes tenemos un diálogo fluido y que colaborarán para analizar cómo funciona su implementación”, indicó la funcionaria a continuación.
Del encuentro también participó la vicepresidenta de INTA, Nacira Muñoz, quién señaló: “desde los organismos de ciencia, desde el INTA, se va a acompañar esta iniciativa. El Estado está presente en un proceso que se da en los territorios generando información tecnológica y científica como un bien público, es innovación abierta”.
La propuesta apunta por un lado a facilitar la de biopreparados que se comercializan en el mercado interno, que en muchos casos son vinculados a los manejos agroecológicos implementados por cooperativas y pymes, con el apoyo de instituciones nacionales y provinciales. Por otro lado, se busca mejorar las condiciones de seguridad e inocuidad en su elaboración, uso y comercialización. Por eso se busca generar un inventario que defina los protocolos de acceso y dominio público.
“La utilización de biopreparados es una realidad: se elaboran, se comercializan, y si bien en el Senasa existe un marco normativo que ampara su registro, la propuesta es una adecuación de esa norma. También, estos productos se aplican en cultivos que luego son alimentos, por lo que la conservación de la inocuidad es el principal aspecto a abordar”, afirmó la coordinadora de Agricultura Familiar del Senasa, Lucía González Espinoza.
Finalmente, el proyecto también supone la creación de una Comisión Asesora como apoyo técnico a la autoridad de aplicación, a los fines de analizar y proponer protocolos y de dar apoyo técnico a la autoridad de aplicación.
El encuentro contó con la participaciones de representantes del sector académico, de las universidades nacionales y de la cartera de agropecuaria: por la Subsecretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (Safci) de la Nación, Yanina Settembrino; el director nacional de Agroecología, Eduardo Cerdá, la coordinadora del Programa Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, Sandra Ledesma; la directora del Instituto de Investigación Microbiología y Zoología Agrícola (IMyZA) del INTA, María Viscarret y el coordinador del Programa Nacional de Protección Vegetal del INTA, Eduardo Trumper, junto a técnicos y técnicas del INTA.