Esta es la semana de la carne del cerdo. Y en el gobierno nacional aseguran que hay mucho para festejar tanto en lo que respecta a generación de divisas como en los avances logrados en el consumo interno.
La balanza comercial porcina fue favorable en 2020 tanto en volumen como monetariamente: el año pasado cerró con un superávit comercial de 4,03 millones de dólares, mientras que en 2019 se había registrado un déficit de 47,3 millones.
La carne porcina “apenas representa 10% de la producción de las tres principales carnes, a pesar que en los últimos diez años su producción aumentó en un 135% a partir de políticas de promoción de la producción que se llevaron desde 2006 en adelante”, señaló José María Romero, subsecretario de Ganadería de la Nación.
“Su techo productivo es impensado sí consideramos la disponibilidad de materia prima, el estatus sanitario único en el mundo, el clima, el agua, las industrias asociadas y los saberes de nuestros productores”, agregó por medio de un comunicado.
Las exportaciones porcinas alcanzaron el año pasado los 62,1 millones de dólares, lo que representa un aumento del 74% respecto al 2019. Por su parte, las importaciones cayeron un 30% hasta los 58,0 millones. En volumen, el país exportó 34.704 toneladas peso producto, un aumento del 65% con respecto al 2019.
Desde el 2010 el consumo de esta carne creció un 100%, pasando de 8 kilos por habitante por año a 16 kilos en 2020, especialmente como carne fresca, superando a la consumida en embutidos o procesada.
“El contexto internacional abre una enorme oportunidad para poder posicionarnos como importantes productores y abastecedores de esa demanda mundial”, afirmó Romero.