Podría decirse que en la familia de Florencia Huelva corre el ADN camionero. Esta cordobesa, oriunda de la localidad de Corralito, pasó más de la mitad de su vida rodeada de personas que se dedicaban –y se dedican- al transporte de carga como profesión. Su bisabuelo, su padre, dos de sus tíos y su hermano eligieron a la ruta como la oficina diaria, y al nomadismo como forma de vida. Hace unos años ella se sumó a esta tradición, a la que califica como una pasión, e ingresó al mundo de las redes para mostrar cómo trabajan las mujeres camioneras.
“Inicié en esto por mi papá. Yo lo veía a él haciendo este trabajo y a mí me llamaba mucho la atención. Él no es camionero de toda la vida, arrancó en 2016 y ahí mismo empecé a acompañarlo al campo a cargar. Me llamaba la atención lo que hacían estando lejos, cómo se las ingeniaban, porque no es fácil. Un día directamente le dije que me enseñe, no le pregunté. Creo que nunca me vio tan decidida por algo en la vida y no le quedó otra que darme una mano y apoyarme”, dijo a Bichos de Campo Florencia Huelva.
Como chofer de una empresa de transporte privada, la joven camionera está siempre lista en caso de que surja algún viaje. Copió a su padre en la especialidad y ambos transportan cereales, ya sea del campo a las terminales portuarias de Rosario o participando de las cosechas en cada campaña.
“A nosotros nos asignan una carga en un lugar y ahí tenemos que ir, no es que nos manejamos como queremos. Tenemos una lista y un orden, no podemos esperar. Yo no puedo saltearme viajes para acompañar a mi papá en las entregas. Mi papá pensó que esto le iba a costar a él pero se adaptó muy bien”, señaló la cordobesa.
Pero los cereales no ocupan toda su rutina y a veces también transporta fertilizantes a granel o en pallets, semillas y otros insumos para el sector.
-¿Cómo es un día en tu trabajo?- le preguntamos a Huelva.
-Generalmente hacemos viajes a Rosario que cuentan como viajes de larga distancia desde mi pueblo. Otras veces salimos a hacer cosechas afuera. Arrancamos en el sur de Córdoba y nos venimos para el puerto. Ahora hace dos semanas que salí de casa por ejemplo, estoy en el sur de Santa Fe.
-¿Cuándo estás lejos de tu casa dónde dormís?
-En el camión. Acá hacemos la vida de camionero como quien dice.
-¿Cómo te adaptaste siendo mujer a esa vida, que históricamente se vinculó con los hombres? ¿Fue difícil? ¿Tuviste muchos problemas?
-Es una vergüenza que todavía existan pensamientos como que el cuerpo de la mujer no puede hacer lo mismo que el del hombre. Con los hombres no es todo color de rosa pero tampoco es tanta la división. Hay compañeros que te respetan y admiran un montón, porque les da curiosidad que hagamos esto. Pero también está la otra parte que habla con recelo, que se fija en lo que hacés, que se ríe si hacés o decís tal cosa. Incluso se fijan mucho en qué camión andamos. En las estaciones de servicio que no haya ducha para mujeres es ya una falta de respeto muy grande. Que tengas que estar pidiéndole a un colega que te cuide la puerta, dándole tu confianza es difícil. En los puertos también hay una gran discriminación. Al ingresar a todos nos cobran un bono contribuyente de 1000 pesos para pagar la playa y el baño, pero no hay uno para mujeres
-El sector no está preparado para que haya mujeres trasportistas.
-No, los puertos y las estaciones de servicio dejan mucho que desear. Ahí se dan las peores faltas de respeto.
-Pero aún así vos elegís esto como profesión.
-Sí. La gente que me rodea sabe que yo nunca estuve tan segura con una decisión como con esta. Así tenga mil cosas en contra la seguiré remando porque es algo que realmente quiero, que me apasiona. Las cosas que hoy nos molestan, nos incomodan, hay que tratar de hacerlas llevaderas si no tienen solución, para seguir disfrutando de lo que nos gusta.
-¿Hay diferencia entre el salario de un hombre y el de una mujer en este rubro?
-No, es el mismo y creo que es lo justo porque estamos desempeñándonos en el mismo trabajo. Estamos expuestos a las mismas cosas.
-¿Por qué decidiste comenzar a documentar tus viajes en una red como TikTok?
-Para mostrar lo que hago. Hay cada vez más camioneras en esa plataforma y a la gente le llama la atención. Compartimos un poco de nuestra historia y de lo que hacemos día a día. Cuando estamos en ratos libres hacemos algún videíto y lo subimos.
-¿Pensás cambiar en algún momento y pasar a otro tipo de transporte como el de animales?
-No, por el momento seguiré en granos. Me gusta el cereal. Aunque tengo la idea de subirme a un furgón cerrado, también quiero sumar otras experiencias.
-¿Si pudieran cambiar algo en el sector del transporte de carga qué cambiarías?
-Me gustaría que ver a una camionera sea algo normal. Me gustaría cambiarle el pensamiento a la gente, porque muchos piensan que no sabemos manejarnos y es como que están esperando el error.