Los tambos en la Argentina llevan tres meses consecutivos acumulando pérdidas, según un reciente informe del OCLA (Observatorio de la Cadena Láctea). En un tambo promedio, la diferencia entre el valor real percibido por el productor y el precio teórico de equilibrio (que incluye el costo de oportunidad del capital invertido) llega a ser de 26%.
Las continuas variaciones en los resultados económicos de la producción primaria de leche vienen, desde hace años, profundizando la concentración en la actividad que goza de buena salud.
El productor primario de leche se ve muy expuesto a factores que tienen poco que ver con lo que sucede tranqueras adentro. Por caso, las continuas devaluaciones en una actividad que tiene cerca de 75% de sus costos dolarizados. O la suba de los precios internacionales de los granos. También por decisiones políticas, como la aplicación de los derechos de exportación que le restan 9% de ingreso a las exportaciones de leche en polvo, el producto más vendido al extranjero. También lo afecta la decisión de la secretaría de Comercio Interior de permitir aumentos menores a 10% sobre lácteos de consumo masivo.
Según el informe del OCLA el precio de la leche al productor para noviembre fue de 20,37 pesos por litro y el costo de producción -suma gastos directos, de estructura, amortizaciones y retribución empresaria fue de 21,96 pesos-, lo que implica una renta negativa de -1,7%, siempre hablando de tambos promedio de poco más de 3 mil litros de leche por día.
Pero “si al Costo de Producción le incorporamos una rentabilidad exigida al capital promedio operado del 5% anual, obtenemos un precio de equilibrio de 25,86 pesos (precio necesario para pagar todos los costos en efectivo, mantener el capital y retribuirlo con esa tasa asignada)”, aclararon los técnicos del OCLA.
Ese precio de equilibro es 26% superior al valor promedio que cobraron los tamberos el mes pasado. Visto de otro modo, el productor cobra 26% menos de lo que exige el valor de equilibrio.
¿Cómo se llega a ese nivel de pérdidas? El OCLA lo resumen en estos datos: en el último año el dólar mayorista en Banco Central aumentó 34%, el índice de precios al consumidor 36%, el costo de producción 45% y el precio al tambero solo lo hizo el 25%.
Dice el informe en cuestión que, de este modo, “por tercer mes consecutivo la rentabilidad del tambo promedio arroja una tasa de rentabilidad negativa”. Y agrega que “cabe aclarar que hay algunas regiones con rentabilidad negativa en los últimos 5 meses”.