Argentina tiene habilitados cerca de 10 frigoríficos para exportar carne de cerdo. Por estos días se espera que el gobierno genere las condiciones de competitividad y libertad comercial que prometió en la campaña, y que no entorpezca los negocios con incrementos en los derechos de exportación, algo que está en ciernes y cayó como un balde de agua congelada en el sector agroindustrial.
Es que la exportación no es de cortes de pulpas como en el caso de la carne vacuna, sino de tercios de la media res o de sub-productos como patas, manos y cabezas que no se consumen en el mercado local.
El gran comprador de carne del mundo, China, abrió sus puertas a la carne porcina argentina, y las empresas hicieron las inversiones necesarias para poder atenderlo, pero no se aprovecha por falta de condiciones de competitividad.
Un caso de inversión sectorial es el de Cabaña Argentina, que puso 40 millones de dólares para reconstruir un frigorífico que sufrió un incendio, y que se levantó nuevamente desde cero con instalaciones y maquinaria de punta.
La planta está en el partido bonaerense de General Las Heras, es un ciclo 1 y 2, es decir, se va a faenar y despostar la media res. Allí se va a brindar el servicio de faena a operadores que quieran vender para el mercado interno pero sobre todo a exportadores.
“Si Dios quiere lo estamos terminando en octubre o noviembre de este año”, dijo Daniel Fenoglio, presidente de Cabaña Argentina, quien contó que va a tener un capacidad de faena que duplica a la producción de empresa. En esa planta se podrán procesar cerca de 50.000 capones al mes.
Luego de la faena viene lo más complicado: “Los cuellos de botella están en el desposte, digamos, en el despiece del animal, que es mucho más lento y más específico. Más aún ahora también en la Argentina hay mucha carencia de congelado, es decir, no se puede congelar ese producto. Hay que mandarlo a congelar afuera. Muchas veces no hay cupos de congelamiento. En este frigorífico se va a poder hacer todo el ciclo: faena, desposte y congelado de toda la producción”, dijo Fenoglio.
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La decisión de invertir con esa estrategia tiene que ver con que el mercado chino pide que la carne sea congelada en el mismo lugar donde se faenó y despostó la media res.
En el sector uno de los grandes problemas es la falta de congelado para lo que se produce, situación que generó a los empresarios más de un dolor de cabeza cuando en 2020 las exportaciones pegaron un fuerte salto y llegaron a las 40.000 toneladas res con hueso. “Ese fue un poco el objetivo central de esta construcción”.
Además al hacer todo en la misma planta se reducen costos logísticos a los usuarios que abastecerán de materia prima el proceso productivo. “Acá va a entrar el cerdo en un camión, o caminando por así decirlo, y va a salir una caja con el producto congelado listo para marcar la exportación, o al consumo” finalizó Fenoglio.
Es lógico QUE NO SE PERMITA LA VENTA ARTESANAL DE LA CARNE..SI ESO OCURRE SE VAN AL CARAJO TODOS LOS CONTROLES HIGIÉNICOS QUE CADA FAENA NECESITA..
ES RETROCEDER Y MAS EN ARGENTINA.. ADEMAS DEL PERJUCIO ECONÓMICO QUE LE OCASIONA AL CARNICERO EN LO QUE INVIERTE PARA LA CORRECTA COMERCIALIZACION DE LOS DIFERENTES PRODUCTOS CÁRNICOS
La carne que pasa por la cadena sanitaria mas de una vez llega al consumidor al limite, si la tenés en tu heladera dos dias se pudre.
Yo faeno y es incomparable la calidad.
Los frigorificos son unos crápulas